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Mo Yan, el Nobel 2012, ya tiene nuevo libro: «Cambios»
Mo Yan escribió «Cambios» por encargo de una editorial india. El libro se incluyó en su colección «¿Qué fue el comunismo?». La pregunta queda sin respuesta
andrés ibáñez
¿Qué ha pasado en China? ¿Qué es China? ¿Qué significa dentro del concurso de las naciones? ¿Es un país? ¿Es una cultura? ¿Es una mera posibilidad, un experimento? Son algunas de las preguntas que podemos hacernos al leer Cambios , la singular ... autobiografía del reciente Premio Nobel de Literatura , Mo Yan.
El libro es extraño. No es una novela, no es una autobiografía completa, no son unas memorias. Mo Yan lo escribió en 2010 por encargo de la editorial india Seagull dentro de una colección llamada «¿Qué fue el comunismo?», pero tampoco se trata de un texto de reflexión teórica, histórica ni sociológica. Mo Yan, supuestamente, debía explicar desde su personal punto de vista cómo era el régimen comunista chino y también, hemos de suponer, de qué modo ha cambiado el país que ahora está devorando el mundo con su pujante poderío económico , pero el tema de los cambios, supuestamente central en el libro, apenas aparece desarrollado.
Mo Yan llega a pedir disculpas al lector por ser tan «verboso»
A lo largo de las escasas 130 páginas, Mo Yan apunta, sí, algunas transformaciones: por ejemplo, antes la ópera china estaba prohibida y ahora se permite; después de la muerte de Mao las cosas comenzaron a mejorar; antes, la gente solía pelearse por cualquier cosa a tortazo limpio ; hace tiempo se apreciaban más las empanadillas de carne con mucha grasa mientras que ahora se aprecian las de verdura… A propósito de las empanadillas, comenta Mo Yan: «En cosas así se ve cómo cambia todo». Lo cierto es que esperábamos enterarnos de cosas más interesantes que los cambios sucedidos en las empanadillas. Otros cambios tienen que ver con cuestiones mucho más privadas, como el hecho de que la bella Lu Wenli acabara casándose con el profesor del colegio al que todos odiaban.
El camión Gaz 51
El libro trata sobre todo de ciertos recuerdos escolares en los que participan un profesor que tiene la boca muy grande y al que llaman «Bocaza»; Lu Wenli, una compañera muy guapa cuyo padre, que era conductor de camión, era la envidia de todos; otro compañero de clase llamado He Zhiwu, que era un descarado y hacía lo que le daba la gana y, finalmente, aunque en un lugar destacado dentro del elenco de personajes, el camión Gaz 51 de fabricación soviética que conducía el padre de Lu Wenli.
El libro es extraño. No es una novela, no son unas memorias
Estos pocos personajes siguen reapareciendo a lo largo de las páginas del libro. He Zhiwu tiene un papel importante porque regresa hacia el final para hacernos un extenso relato de su vida y de sus hazañas, de cómo logró comprar el viejo camión Gaz 51 y también de todos los negocios fantásticos mediante los cuales llegó a hacerse millonario.
Es evidente que Mo Yan lo utiliza para hablarnos de esa generación (la suya) que nació en campos de trabajo, se enroló en el Ejército de Liberación para tener alguna oportunidad en la vida (como hizo él mismo) y finalmente dio el salto al capitalismo salvaje. El camión Gaz 51 reaparecerá una vez más durante el rodaje de Sorgo rojo (es el camión que vemos en la película), y Lu Wenli cerrará el libro en una conversación donde se habla de sobornos y de sobres de dinero que pasan de unas manos a otras.
Sociedades corruptas
El hecho es que la hija de Lu Wenli se presenta a un concurso para ganar una beca de canto, y sucede que Mo Yan está en el jurado. La antigua compañera de clase le pide ayuda al ahora famoso escritor, y este envía un SMS y se entera de que la niña ha sido seleccionada. Lu Wenli llora de alegría y le entrega a Mo Yan un sobre con diez mil yuanes para que invite de su parte «a tomar algo» al presidente del jurado y a los demás. Las dos líneas que siguen, que son las que cierran el libro, resultan muy significativas: «Vacilé unos instantes. –Está bien –dije–. Acepto» .
El experimento chino parece consistir en vaciar la vida humana de contenido
Los diez mil yuanes no son realmente un soborno (ella ya sabe que su hija será seleccionada), pero son el símbolo inequívoco de la forma en que funcionan ahora las cosas en China. Igualmente importante es la conversación que tiene He Zhiwu con Lu Wenli cuando se aproxima a ella para convencerla de que sea su amante . Se limita a hablarle de dinero, de lo poco que gana ella y de todo lo que ha ganado él y de lo que ganará en el futuro. Hemos pasado, pues, de la sociedad intensamente clasista y corrupta del periodo comunista a la sociedad corrupta y obsesionada por el dinero del presente. En verdad, el cambio no ha sido muy grande.
Es posible que Mo Yan, como gran novelista que es , sea incapaz de reflexionar de manera abstracta y solo pueda pensar por medio de acontecimientos, objetos y personajes. Da la impresión, de cualquier modo, de que se ha sentido atrapado por el encanto de los recuerdos de la lejana infancia, y llega a pedir disculpas al lector por ser tan «verboso» y extenderse tanto en historias como esa, por ejemplo, en la que Lu Wenli, jugando al ping-pong con el profesor «Bocaza», le lanza por accidente la pelota a su enorme boca y cómo este, en vez de escupirla, comienza a tragársela lleno de rencor.
Espíritus malignos
Sí, aquí vemos al autor realmente olvidado del propósito inicial del libro, ya que, ¿de qué modo ilustra la pregunta «Qué fue el comunismo» enterarnos de que un profesor resentido intentó tragarse una pelota de ping-pong? Sin embargo, hemos de considerar que todo lo que está en un libro, si se trata de una obra de arte, ha de ser significativo, y que en un libro significa tanto lo que está como lo que no está. Y en este libro lo que no está es tan extraño, para quien esto escribe, como lo poco, poquísimo que está .
Es posible que Mo Yan sea incapaz de reflexionar de manera abstracta
¿Qué fue, en verdad, el comunismo chino? Entrar en la Universidad era prácticamente imposible (lo sigue siendo). Entrar en el ejército era prácticamente imposible, aunque muchos lo intentaban como forma de labrarse un porvenir. Entrar en el Partido Comunista era, también, casi imposible. El padre de Mo Yan lo intentó toda su vida sin lograrlo. La ideología marxista, comunista o maoísta no aparece por ningún lado, aunque hay continuas referencias a supersticiones, leyendas y animismo. ¿Dónde está el materialismo marxista? El técnico Zhang, que conduce un camión, está convencido de que su vehículo funciona mal por la presencia de espíritus malignos. Ha de ser el protagonista el que, al desmontar el motor, encuentra la pieza rota que deshace toda la fantasía taoísta de su compañero.
Lo cierto es que la educación entre las clases bajas es tan escasa que un joven oficial del Ejército, por ejemplo, no sabe sumar ni restar. ¿Qué clase de comunismo era ese que no proporcionaba a sus ciudadanos ni siquiera las pocas cosas que un sistema de estas características suele proporcionar? El experimento chino parece consistir en vaciar al individuo de reflexión y de autorreflexión, vaciar la vida humana de contenido y de sentido. Ese gran vacío, ahora, parece solo poder llenarse con dinero.
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