Suscríbete a
ABC Cultural

Desde la Costa de los Esqueletos, arena, maderas, óxido y huesos

postales perdidas...

«El mar arroja a la arena huesos blanqueados de ballenas antiguas, focas a medio comer por los tiburones, maderas gastadas y, sobre todo, barcos descuadernados y comidos por el óxido. A veces llegan cuerpos»

'¡Perrita al agua, caballero!', por Chapu Apaolaza

La tumba de Koraseb, en el lugar al que llegó a morir C. Apaolaza
Chapu Apaolaza

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Espero que estés bien. Te escribo desde la Costa de los Esqueletos, ochenta kilómetros al sur del río Kunene, frontera entre Namibia y Angola. Los San dicen que, cuando Dios hizo esta tierra, estaba muy enfadado. Lo llaman la Costa de los Esqueletos ... por algo: el mar arroja a la arena huesos blanqueados de ballenas antiguas, focas a medio comer por los tiburones, maderas gastadas y, sobre todo, barcos descuadernados y comidos por el óxido. A veces llegan cuerpos. Una vez encontraron doce enterrados junto a un cartel que dejó el que los sepultó: «Parto hacia el río, al norte. Si alguien me sigue y me encuentra, Dios se lo agradecerá». Nunca más se supo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Sobre el autor Chapu Apaolaza

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Ha trabajado 25 años en diversos medios, la mayor parte de ellos en periódicos de Vocento. Premio de Defensa 2006, el Premio Manuel Alcántara 2011, el Premio Unicaja de artículos 2018 y el Premio Manuel Ramírez de ABC de Sevilla y La Real Maestranza de Caballería.

Chapu Apaolaza

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia