Los consejeros del PP avisan a Urtasun de que no permitirán un trato bilateral con Cataluña

Este ha sido el principal punto de fricción en un encuentro que, según varias fuentes consultadas, transcurrió en un tono cordial. Al término de la reunión, que se celebró en el Centro Niemeyer (Avilés) Urtasun ha declarado que «sería muy positivo avanzar hacia la oficialidad del asturiano» y ha informado de los acuerdos adoptados: un plan de inversiones para los equipamientos culturales, la continuidad de ayudas para «ampliar y diversificar la oferta cultural en áreas no urbanas» y subvenciones a la creación literaria en todas las lenguas cooficiales. Pero en el primer encuentro de Urtasun con todo el poder territorial de la derecha se han tratado más temas.

Más allá del rechazo a la propuesta catalana –«ha habido un comentario generalizado diciendo 'de eso nada'», dice un asistente–, los consejeros del PP han querido saber si su interlocutor seguirá siendo el ministerio o, en cambio, será la nueva oficina de Asuntos Culturales que ha creado Pedro Sánchez en La Moncloa, que vaticina una especie de competencia interna entre socios de gobierno. «Urtasun ha dicho que no ve ningún tipo de problema, que en La Moncloa hay muchas oficinas que se dirigen a temas que no son directamente de presidencia del Gobierno. Entonces, ¿para qué queremos esta oficina?», se pregunta Mariano de Paco, consejero madrileño.

Según relatan varios asistentes, el ministro ha repetido su discurso habitual sobre este movimiento de Sánchez para no dejarle a Sumar toda la iniciativa cultural: que ya Zapatero tuvo un organismo similar y que cuanto más presencia orgánica tenga cultura en el gobierno, mejor. «Claro, lo que no ha dicho es que nunca había tenido rango de dirección general», señala uno de los participantes en la Conferencia Sectorial. «Le hemos dicho al ministro que no queremos una estructura paralela para resolver las cuestiones de cultura, ni en materia de transposición de leyes europeas ni mucho menos en cuestiones de cogobernanza o de corresponsabilidad territorial autonómica», explica Bernal, que teme que esta oficina sea una nueva herramienta de Sánchez para seguir haciendo concesiones a la Generalitat.

En su intervención, Urtasun ha explicado la reorganización de su ministerio, con la creación de una nueva Dirección de Derechos Culturales y la supresión de Industrias Culturales, que pasará a ser un Centro Coordinador. «Va en detrimento de una dirección general que sí nos parece fundamental, porque la contemporaneidad va hacia la industria cultural», defiende De Paco. «Pero realmente no ha profundizado. Quizá a partir de ahora cambie, pero hasta hoy se ha mantenido en titulares». Los consejeros del PP que han intervenido han mostrado su descontento con esta decisión y han puesto sobre la mesa la necesidad de aprobar una ley de Mecenazgo ambiciosa.

Otros temas que se han abordado es la necesidad de enfrentar de manera conjunta los desafíos de la inteligencia artificial o impulsar una nueva ley de Patrimonio. «Nos parece muy importante el desarrollo del plan de inversiones en infraestructuras culturales públicas», valora Anxo M. Lorenzo, director general de Cultura de la Xunta de Galicia. El ministro se ha referido también al futuro Centro Nacional de Fotografía de Soria, y «es bueno para Castilla y León», afirma Mar Sancho, viceconsejera de Acción Cultural en esa comunidad autónoma. La Comunidad Valenciana ha pedido apoyo para los toros y el consejero balear, Jaume Bauzà, ha solicitado por su parte que se tengan en cuenta el factor de insularidad a la hora de conceder ayudas y subvenciones a las regiones.