«No veía una cola así en los cines desde el estreno de ‘Doctor Zhivago’»
Las salas celebran la vuelta en masa de los espectadores gracias a la Fiesta del cine, un evento que rebaja hasta hoy las entradas a solo 2,90 euros
diego casado
«Habrá unas 500 personas en la cola de mi cine, sin exagerar». La frase la pronunciaba ayer Enrique González Macho , presidente de la Academia de Cine, productor, distribuidor y exhibidor, mientras miraba la enorme cantidad de personas que se reunían en Martín ... de los Heros, la calle más cinéfila de Madrid, aguardando pacientemente a comprar una entrada en los Renoir Plaza España. «No veía una cola así desde el estreno de ‘Doctor Zhivago’» decía contento sobre la película de 1965. La razón de esta fluencia no era que regalaran entradas, pero casi: todas costaban 2,90 euros, un precio sensiblemente inferior a la entrada media de un día normal, que a fecha de hoy es de 6,70 euros.
La estampa se repetía por la tarde en la mayoría de cines de la ciudad como el Capitol, o los Callao. En Méndez Álvaro las colas empezaron con los pases de la mañana. En Barcelona, salas como el Bosque y los Renoir Floridablanca también estaban a rebosar de espectadores, como en la mayoría de salas españolas. La escena volverá a suceder hoy, miércoles, día en el que se acaba la «Fiesta del cine», que es como se denomina la promoción que ha rebajado el precio de la entrada gracias a un acuerdo de productores, exhibidores y distribuidores de cine en España, en el que han participado el 90% de las salas del país. Los resultados de la campaña han sido redondos: los españoles se dejaron el lunes un millón de euros en las salas de cine (sin contar palomitas ni refrescos). Casi un 300% más que el mismo día de la semana pasada , cuando solo se vendieron 61.000 entradas frente a las 354.000 del lunes, según datos de Rentrak Spain.
«Sabíamos que este año la promoción iba a ir mejor, pero no tanto», confiesa Borja de Benito, portavoz de FECE , la federación que agrupa a los cines españoles. Él resta importancia a la rebaja del precio como causa principal de este aluvión de espectadores e insiste en relacionarla con el «efecto evento» de la promoción: «La clave radica en que la oferta se concentra en tres días, y no hay más», aclara. Por ello, FECE descarta recomendar una bajada general de precios y aclara que muchos cines ya están acometiendo políticas agresivas en los precios: «Hay un grandísimo rango de promociones a diario en toda España», puntualiza De Benito.
Los distribuidores también estaban ayer exultantes por la vuelta masivadel público a las salas y recordaban que se trata de la quinta edición de esta fiesta, sin duda es la de mayor repercusión hasta la fecha. «Ha sido un éxito», recalcaba Estela Artacho, la presidenta de Fedicine , la Federación que agrupa a las empresas que comercializan las películas. Artacho achacaba la afluencia a la «unión» de todos los sectores que agrupa el cine nacional en la Fiesta y a la «viralización» del evento por redes sociales como Twitter o Facebook.
«Periodo de reflexión»
Estas mismas redes han sido las que han empleado algunas destacadas figuras del cine español para reclamar acciones para que el público siga volviendo a las salas: «Qué maravilla la respuesta de la gente a la @fiestadelcine. Queridos (de verdad) distribuidores y exhibidores, sacad conclusiones y actuad», decía el director Sánchez Arévalo . El también realizador Álex de la Iglesia se hacía eco de un mensaje similar: «Entradas a menos de 3€. ¿No generará ninguna reflexión entre nuestros gobernantes?» .
De un modo más analógico y tradicional -en los pasillos del Congreso- el ministro de Cultura, José Ignacio Wert , celebraba el éxito de la iniciativa y dejaba otro recado: «Demuestra que la gente, cuando se le brinda una oportunidad, en este caso en términos de precio, responde». Un toque de atención que también hacía Pedro Pérez , expresidente de los productores de cine: «Los datos de afluencia a las salas son espectaculares, muy por encima de la mejor previsión. El precio sí cuenta». González Macho, desde la puerta de su cine, llamaba a un «periodo de reflexión de toda la industria», de un sector que en los seis primeros meses del año vio cómo cerraban otros 29 cines en toda España.
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