La cineasta que ganó en San Sebastián, censurada por criticar a Chávez

La cinta «Pelo malo» , laureada con la Concha de Oro del Festival de San Sebastián , relata la historia de un niño de 9 años que le pide a su madre que le alise su cabello natural, ensortijado afro, para tomarse una foto en la escuela. La película retrata a una sociedad que todavía está marcada por los prejuicios raciales, socioeconómicos, sexuales y de género, que de alguna manera son tolerados y medianamente aceptados entre las diferentes capas sociales.

Sin embargo, donde se observa mayor intolerancia, discriminación y censura es en el plano político, un tema que no toca la película pero sí la autora por lo que declaró después a la prensa española y la reacción que provocó en las autoridades venezolanas.

Al recibir el premio del festival, Mariana Rondón, por cierto hija de un prominente comunista y chavista, Pavel Rondón, declaró a los medios españoles que «pensar distinto a los otros, ser diferente, no es un problema, al contrario: es lo más hermoso que tiene el ser humano».

Y añadió: «No me gusta la polarización de mi país. Quiero que gente muy diferente encuentre ese lugar para charlar. En esta radicalización, que me preocupa mucho, hemos perdido los sitios de encuentro. No me puedo creer que no haya marcha atrás. Cada vez nos hacemos más daño y nos hundimos más. Cada vez el otro, por no tener la misma idea, es más enemigo. Y a mí nadie me dijo que esto era una guerra, solo íbamos a unas elecciones. Paremos. Hay un dolor inmenso. De un acto político, un referendo, hemos pasado a un acto de fe, de ideas. ¿De quién fue la responsabilidad? Toda de Chávez. Cuando dijo eso de que “quien no está conmigo está contra mí” nos sentenció a esta guerra. Y Maduro sigue el mismo camino», dijo.

Mariana Rondón nació en Barquisimeto (Estado Lara), hace 47 años. Es directora, guionista y productora. Cuenta con 4 películas en su haber: «Calle 22» (1994), «A la media noche y media» (1999), «Postales de Leningrado» (2007) y «Pelo Malo» (2013), todas ellas financiadas por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) y la Villa de Cine.

Lo que molestó a las autoridades venezolanas es que Mariana no mencionó al Gobierno por haberle financiado sus películas y además culpó a Chávez –al que la élite chavista ha endiosado y le rinde culto a su personalidad– de la división y exclusión social, según afirma el poderoso Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (SIBCI), que engloba al Ministerio de Información y todos los medios de comunicación oficiales, que suman unos 800, entre periódicos, revistas, radios, televisiones nacionales, regionales y comunitarios, representando la hegemonía comunicacional chavista.

Los chavistas más encumbrados que han atacado a la cineasta laureada son Frank Lanz, hijo del exguerrillero Carlos Lanz, quien habría estado involucrado en el secuestro del empresario estadounidense William (Bill) Niehaus en los años 70. Frank escribió en la nota de SIBCI: «Mariana, yo sí veré tu película, esa película pagada por entes que siguieron lineamientos de ese “culpable de todo” llamado Hugo Chávez; esa película que cuenta historias y que ese ente que te financió no preguntó de dónde eras o si votaste por Trona Galáctica o por Maduro... Ojo, chama, no digo que le jales al gobierno, no, pero no desconozcas la Historia y menos a los protagonistas y menos aún desconozcas a quienes te han tendido la mano sin decirte a dónde vas».

La bailarina de folclore venezolano Zhandra Rodríguez, cuya carrera ha estado financiada por todos los gobiernos venezolanos desde hace 50 años, también escribió en su cuenta de Twitter: «Mariana es una vergüenza patria. Después de que Chávez financió sus películas, ahora ataca su memoria».