Carmen Maura: «La mujer en España tiene mucho poderío»

Carmen Maura recibió en San Sebastián el Premio Donostia, que coincide con la presentación de «Las brujas de Zugarramurdi», de Álex de la Iglesia

Carmen Maura: «La mujer en España tiene mucho poderío» AFP

DAVID MARTOS

Carmen García Maura [Madrid, 1945] era ya una de las actrices españolas más internacionales quince años antes de que llegara el reinado de Penélope Cruz . Su predicamento en Francia -gracias a las cintas de Pedro Almodóvar , como «Mujeres al borde de ... un ataque de nervios» o «Qué he hecho yo para merecer esto»- es solo comparable al enorme cariño que despierta en España. Ha hecho televisión, teatro, pero sigue sin despegarse de su medio favorito, el cine. La musa de Álex de la Iglesia recibió anoche el Premio Donostia por toda su carrera en el Festival de San Sebastián , minutos antes de que se proyectase su nueva película a las órdenes del director vasco: «Las brujas de Zugarramurdi» .

-¿ Se habría concedido a sí misma el Premio Donostia si la decisión hubiera dependido de usted?

-Seguramente no. Lo digo con el corazón en la mano. A mí me hacen mucha ilusión los premios, no es que reniegue. Pero sirven mucho en una carrera y quizá haya alguna otra actriz que es buenísima y a la que le viene mejor. ¡No es que no me gusten los premios! Me encatan y me emocionan. Pero yo me habría dado a mí misma muchos menos premios de los que he recibido. Sobre todo cuando he estado nominada.

- Entonces, una vez tomada la decisión... ¿por qué cree que se lo han dado?

-No lo sé. A mí me sorprende. Pero me he dado cuenta de que los vascos están muy contentos, porque se han acercado muchos a decírmelo. Últimamente he estado rodando una película en el Pirineo francés, y allí había muchísimos vascos pasando las vacaciones con los niños. No sabe la cantidad de gente que se me ha acercado diciéndome: «¡Ay, Carmen, estamos tan contentos de que te lo den a ti!».

- Antes del rodaje decía que «Las brujas de Zugarramurdi» sería una comedia «de mucho miedo», ¿es así?

-Es una película muy bruta. Conociendo a Álex y leyendo el guión yo ya sabía que iba a ser muy fuerte. Hay escenas... A mí, lo del niño en el horno con la manzana en la boca... ¡son imágenes que no se me van a olvidar nunca! No me ha defraudado nada.

- ¿Qué tal la relación con los actores más jóvenes, con Hugo Silva o con Mario Casas?

-Muy bien. Lo que pasa es que yo nunca he sido de ir a fiestas, ni cuando era pequeña. Yo en los rodajes, por ejemplo, no voy a cenar con los actores, tengo que descansar. Porque si estás todo el día del rodaje con ellos, lo que más te apetece es irte a tu casa sola. Yo necesito estar sola todos los días al menos un par de horas porque, si no, no me siento bien. Porque no soy excesivamente sociable.

- Suponemos que sabe que la imagen que proyecta es la contraria.

-Pues no. Los que me conocen saben que me encanta estar sola, yo podría haber sido ermitaña. Puedo estar varios días sin hablar con nadie conocido. Me gusta mucho hablar con gente que no me conoce de nada.

- ¿Cómo salen las mujeres en la película, bien o mal paradas?

-Estupendamente. Somos superlistas.

- También un poco brujas, manipuladoras...

-Bueno, ¿y qué? No pasa nada. Eso ya se sabe. No, no salimos mal paradas.

- ¿Y los hombres?

-Quedan como un poco tontos. Por ejemplo, Hugo Silva enamorándose de Carolina Bang, metiéndose en un lío enorme. O Mario Casas, que está tan tierno en la película y dice cada tontería... Cuando ven a una chica guapa se les olvida todo.

- ¿Eso pasa también en la vida?

-No todos son así, no. Hay chicos que son muy listos. Pero en general las mujeres tenemos algunas cualidades más, como la intuición o el sentido práctico. En los pueblos sabes que al final se hace lo que dice la mamá o la abuela. La mujer en España tiene mucho poderío. Siempre se ha hecho lo que quiere mamá.

- ¿Cómo ve la salud del cine español?

Igual que la salud de las empresas en general. Creo que estamos muy mal, pero mire las tiendas de ropa que cierran continuamente, los restaurantes que cada vez tienen menos público... Nuestra situación es horrible, pero como todo lo demás. La situación de la sanidad, por ejemplo.

- ¿Y lo del cine tiene solución?

-Desde luego hay cosas como la subida del IVA que son como si nos pusieran una espada de Damocles encima, y al final se recauda menos. Hay cosas que se deberían pensar un poco, porque esa subida tan espectacular ha sido horrorosa.

- Siempre en los Goya mantenemos la discusión sobre el papel de la gente del cine en la sociedad. ¿Deben ustedes pronunciar discursos políticos?

-Yo no. Creo que cada uno debe hacer lo que le salga del alma. A mí no me sale del alma. Creo que tengo una influencia especial en la gente... pero no por mi sapiencia política, la tengo porque les he hecho reír y porque les he hecho llorar. Nunca he utilizado eso para dar mensajes muy especiales. A mí me basta con dar mensajes de los normales, de la vida: relájate, sentido práctico, cuido a la gente que tengo cerca... Pero no me siento yo con vocación de dar discursos importantes. Le diré que todos los políticos me caen fatal. Estoy sorprendida de la cantidad de chorizos que hay en este país, y además chorizos a gran escala. ¡Esos robos que ha habido tan espectaculares! Es una vergüenza...

- ¿Está preparando su regreso al teatro?

-Este año voy a hacer una comedia, que estreno el 13 de diciembre en el María Guerrero. Una comedia de Mihura. Me apetece mucho, pero me da mucho susto. Hace mucho que no hago teatro. Me da mucho respeto. Hace más de 40 años que no hago teatro... ¡y no me habéis visto ninguno! De todos mis fans de cine, nadie me ha visto en teatro.

- Pero ese miedo, ¿de dónde viene?

-Viene de que es un medio en el que hace muchísimo tiempo que no estoy. Y me asusta, y así como en cine nunca me pongo nerviosa... recuerdo que en el teatro, todos los días antes de empezar la función, se me ponía el escote colorado de los nervios.

- ¿Por qué no dirige?

-Porque no me apetece ser la jefa de nada. Lo tengo clarísimo. Cada día lo tengo más claro. Es lo último que se me pasa por la cabeza, no podría ser jefa. Mataría a alguien. ¿Sabe lo fácil que es ser actriz, llegar a un rodaje, que te pinten y decir tu letra? ¡Es mucho más cómodo que estar atendiendo a las preguntas de todo el mundo! Ni directora ni jefa de producción.

- ¿Y escribir?

-Eso no lo sé. A lo mejor un día me animo y escribo un librito muy chiquitín que se llame algo así como «Consejos prácticos para rodar». Pero prácticos, nunca me metería en cosas psicológicas.

- En plan «llévate las zapatillas de tu casa»...

-Ese tipo de cosas. O cómo hacer una entrevista, que últimamente veo a muchos actores jóvenes que no saben hacerlas. Yo daría clases de eso. O por ejemplo cómo debes estar en un rodaje, que hay que llegar limpita y no llenarse el estómago la noche anterior, que hay que dormir... ¡Cosas tontas! A mí en el cine lo que me parece menos difícil es hacer el papel; lo que me parece más difícil es la relación con todos los que te rodean. Hay cosas que no se aprenden más que rodando.

- En las entrevistas tiene fama de decir lo que piensa. ¿Por qué el resto de actores no lo hace?

-¡Ah! Eso no es asunto mío. Uno de los problemas es querer quedar fantástica, o hacerte la profunda. Eso es complicado y muy difícil de llevar. Y hay que comprender que es una parte del trabajo, y que es vuestro trabajo también. Si no se trata bien a un periodista que viene siete minutos a verte desde no sé dónde... esto no funciona. Estamos vendiendo un producto, no escribiendo libros de filosofía.

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