Julie Delpy: «Con 'Antes del anochecer' nos metimos en un terreno peligroso, casi un tabú»

Antes de la rueda de prensa, Linklater y sus actores atendían a los periodistas internacionales de cine en una de las suites del Grande Bretagne. El cineasta, Ethan Hawke y Julie Delpy, sentados en torno a una mesa, recibían las preguntas como si fuesen pelotas de ping-pong, que se lanzaban de uno a otro hasta que el tema quedaba agotado, con argumentos interrumpidos y risas constantes. Algo así como en los diálogos de «Antes del anochecer», en los que se aprecia una calculadísima improvisación; o mejor, una calculadísima imitación de cómo se producen las conversaciones. «En la vida real la gente nunca termina sus pensamientos», apunta Hawke. «Tuvimos que crear imperfecciones en los diálogos, una apariencia de espontaneidad».

«Nos juntamos los tres en una habitación, dejamos fuera a los niños»La primera persona del plural no es casual. Las tres entregas de la serie han salido de la pluma del trío entrevistado. «En cada película hemos atravesado por un proceso de escritura diferente. En la primera a trabajamos en torno a un guión que cambiamos en muchos sentidos; para la segunda nos enviamos a través de internet mucho material, pero después nos juntamos y entonces fue cuando terminamos el guión, durante tres semanas en París; y para esta... sí, nos juntamos los tres en una habitación, dejamos fuera a los niños», recordaba Delpy, para luego añadir que la película que ahora llega a los cines... ha sido la más aterradora de escribir. ¿Por qué? Volvamos a 1995.

Hace 18 años, una pareja de jovencísimos actores -Hawke y Delpy- sorprendía al mundo con una comedia romántica que desarrollaba su trama durante una sola noche. En «Antes del amanecer», Jesse y Celine se conocían en un tren que paraba en Viena, y ambos decidían bajarse y recorrer sus calles para hacer tiempo... antes de continuar con sus respectivas vidas. Tras larguísimas conversaciones sobre el amor, la religión o el sexo, se despedían en el andén sin intercambiar sus direcciones: pretendían reencontrarse allí seis meses después. Eso nunca ocurriría. El reencuentro se produciría al cabo de nueve años en una librería de París, a la que Jesse acude para presentar un libro inspirado en aquella mágica noche.

De la juventud a la madurez

«Antes del atardecer» (2004) muestra a la pareja un poco más madura, consciente de que las oportunidades que presenta la vida no deben dejarse escapar. Los dos recorren la capital francesa, y casi sin darse cuenta llegan hasta la casa de Delpy, donde ella le dice: «Vas a perder ese avión». Él responde: «Lo sé». Fundido a negro. Y de repente estamos en Grecia. Han transcurrido otros nueve años, y el personaje de Hawke se despide de su hijo preadolescente en el aeropuerto. Ha pasado con él las vacaciones de verano... y el pequeño regresa a EE.UU. con su exmujer. Jesse y Celine son una pareja estable con dos hijas gemelas, que apura sus últimas horas junto al Mediterráneo y que se enfrenta a los fantasmas de una relación entre personas de mediana edad.

«Todo lo que recuerdo de mis veinte años es lo infeliz que fui»En la entrevista que ABC mantuvo con el equipo de la película en Atenas apareció la palabra «comedia», que se sobrepuso al romanticismo de las entregas anteriores. «¡Bien! Me alegro de que lo haya visto así, porque eso es lo más saludable de la vida a esta edad», exclamaba Linklater. «Si veo las películas anteriores lo hago por razones profesionales, para construir las siguientes... porque todo lo que recuerdo de mis veinte años es lo jodidamente infeliz que fui. Emocionalmente estaba confusa, sufría...», aseguraba Delpy entre risas. «A esa edad tenemos tanta ansiedad e inseguridad... Yo estaba lleno de miedos por no llegar a convertirme en la persona que quería ser», corroboraba Hawke. «Y los cuarenta son mejores que los treinta», ironizaba el director, «pero a los cincuenta todo empieza a ir cuesta abajo». Los tres rieron con fuerza.

El centro de una relación

Retomamos el tema pendiente. ¿Por qué «Antes del anochecer» ha sido la entrega de la trilogía más difícil de abordar? «Es la más aterradora porque nos hemos metido en un terreno más peligroso. Es casi un tabú en Hollywood...», comenzaba Delpy, «hablar sobre la parte central de una relación», remataba Hawke. «La gente habla todo el tiempo de los principios y de los finales». «Todas las comedias románticas cuentan cómo los protagonistas se conocen y se enamoran», retomaba la actriz. «Y si no, es una relación tormentosa en medio de un divorcio, tipo ‘Kramer contra Kramer’». Pero en esta película los protagonistas aprovechan su última noche en Grecia para dar un largo paseo y disfrutar de la noche de hotel que les ha regalado una pareja de amigos. Durante ese recorrido, plagado de humor amargo, ambos se reprochan los errores de la relación.

«Lo grandioso de estas películas es que no tienen final», reconocía Delpy. «Aunque habrá un final, como todo en la vida lo tiene. Sé que no me creéis, pero nunca leo la última página de los libros». «Yo adoro los finales», decía Linklater. «Son mi parte favorita», añadía Hawke. «La única página final que he leído recientemente es la de ‘Alicia en el país de las maravilas’», finalizaba la actriz.