Chus Gutiérrez: «Estamos en un momento de cambio absoluto de cómo hacer cine en España»
La directora y actriz pone en marcha una web de «crowdfunding» para impulsar «Droga oral», su próxima película documental
DAVID MARTOS
Encontramos a Chus Gutiérrez (Granada, 1962) en su estudio de Madrid, impartiendo un curso para la realización de series web. Camina arriba y abajo inspeccionando un rodaje que ha llenado el espacio de trabajo de cámaras, ayudantes de dirección y actores, que pululan por ... los pasillos. La directora de «Insomnio» o «El calentito» está ultimando el rodaje de su último trabajo.
Se llama «Droga oral» y es una película documental sobre el consumo de drogas , al estilo del «Sexo oral» que grabó en el año 1994. Lo realmente innovador del proyecto es su financiación; la cine asta ha puesto en marcha una página web en la que pide apoyos a través de «crowdfunding» (aportaciones voluntarias de dinero a cambio de recompensas relacionadas con la película, como camisetas o entradas para la premiere).
- ¿Por qué, en este momento, una película financiada así?
- Creo que el crowdfunding está muy bien porque permite involucrar a la gente que está interesada en que este tipo de producto se haga. En el caso de 'Droga oral' es evidente. Y bueno, creo que estamos en un momento de cambio absoluto... de cómo se puede hacer cine en este país.
- ¿Qué conexiones tiene con «Sexo oral»?
- Con 'Sexo oral' tiene todo que ver. De hecho esta es la segunda parte, y dentro de veinte años haremos 'Rock and Roll oral', o sea 'Sex, drugs, and rock'n roll'. De hecho, a mí no se me ha ocurrido la idea. Conocí a Ajo Micropoetisa hace un tiempo y me dijo: “He pensado que hay que hacer una película que se llame 'Droga oral'”. Y entonces yo le cogí la idea rápidamente, de hecho me ha ayudado un montón y hemos hablado mucho sobre el tema. Parte del mismo planteamiento que 'Sexo oral', es gente que habla de su experiencia. No estamos teorizando, hablamos de lo que a ti te ha pasado, de lo que has sentido, de lo que has experimentado, de lo que te parece... Siempre desde tu experiencia personal.
- ¿Habrá correspondencia entre financiar la película y participar en la película?
- No, no tiene nada que ver, porque de hecho la película ya está prácticamente rodada. Lo que no tenemos es dinero para seguir, para distribuir, para promocionar...
- ¿Esta financiación aprovecha las nuevas tecnologías... o se debe a los malos tiempos que corren?
- Bueno, yo creo que es evidentemente una mezcla, ¿no? Piensa que también el crowdfunding sirve también para, de alguna manera, promocionar un poco la película, que la gente sepa que esa película existe. Ahora mismo tenemos que usar todos los elementos que puedan apoyar este tipo de película. Es una manera de utilizar herramientas que hace veinte años no teníamos, Internet hace que las cosas sean mucho más globales. Puede interesarse alguien en nuestro país pero también podría interesarse alguien en Francia.
- ¿Y cómo ve la Red como vehículo para la exhibición?
Me parece estupendo, de hecho va a acabar en internet. Esto es un proyecto muy independiente, porque yo ya no soy una cineasta al uso, creo que cada vez soy más independiente. Ya soy cineasta independiente del todo, porque cargo, descargo, produzco, dirijo... La verdad es que me encanta, me gusta hacer las cosas así, es una manera más personal de hacer las cosas. No tienes que pasar por tantos filtros. Si propusiera a un productor hacer 'Droga oral', ¡es que nadie me iba a apoyar! De hecho lo he intentado. Es como cuando hice 'Sexo oral', me decían todos que estaba loca. En este caso Canal + nos ha apoyado, cosa que es increíble, pero es muy difícil. Es el caso también de 'Carmina o revienta'.
- ¿Le gustaría poder realizar un estreno simultáneo como ha hecho Paco León?
- Pues sí, es una opción, hay que barajar las opciones que en su momento tengamos. La gente quiere ver la película, no me van a apoyar sin verla. Lo importante de hacer algo, ¿qué es? ¡Que se vea! Y a veces las salas no son la mejor alternativa para un tipo de producto. A mí, idealmente, me gustaría estrenar en algunas salas de grandes capitales; que podamos tener la pequeña posibilidad de que la gente vaya a verla, me parece muy bonito eso de sentarte en una sala a oscuras y compartir. Me encantaría que 'Droga oral' tuviera esa posibilidad. ¡Pero bueno! Si no la tiene, pues no la tiene. No pasa nada. Tenemos una ventana al mundo que se llama Internet. Aunque ahora mismo Internet no es la rentabilidad. Es un apoyo, pero no sirve como fuente de financiación.
- ¿Habrá caras conocidas en 'Droga oral'?
- Tenemos gente conocida, pero ahora mismo no quiero desvelar eso. Me parece que lo más importante es que la gente que habla ha sido súper generosa, porque no es fácil decir delante de una cámara 'yo me drogo', o 'no me drogo', tomo esto o tomo lo otro. Nos ha costado mucho, hay mucha gente que no se ha atrevido a ponerse delante de una cámara diciendo eso, porque las drogas siguen siendo un tabú. A pesar de que estamos rodeados de drogas legales e ilegales.
- Pero reconocerá que el morbo por conocer los testimonios es un arma de promoción muy importante...
- Es que yo creo que eso no es lo importante de la película. Eso es absolutamente intrascendente, a mí me parece que es interesante el testimonio de cada persona. Que estamos hablando de personas de carne y hueso que dicen lo que piensan, lo que han vivido y lo que han experimentado.
- ¿En qué momento se encuentra el consumo de drogas en España?
- Vivimos en una sociedad en la que hay muchísimas drogas, el acceso a las drogas penalizadas es increíblemente fácil. Y sin embargo, es como si nadie se drogara. No se habla abiertamente de eso, no hay un debate. El mensaje que traslada el ministerio de Sanidad es 'no te drogues', pero 'no te drogues' no es información. Igual habría que plantearse qué tipo de información hay que transmitir para que la gente realmente sepa sobre las drogas, ¿no? Sobre lo que se va a encontrar en una discoteca con 20 años, en la que puede acceder a cinco o seis sustancias.
- ¿Qué dicen sus entrevistados sobre la despenalización?
- Tanto la gente que ha tenido problemas con las drogas, adictos, como la gente que no ha consumido y que no le interesa... todos están a favor. Creo que solo una persona de 60 entrevistados estaba en contra de la despenalización. Lo cual es increíble, eso no me lo esperaba. Pensaba que la gente iba a dudar, o que habría opiniones más diversas. Otra cosa que me ha sorprendido son los nuevos fármacos, los llamados benzodiazepinas, que te los da la Seguridad Social. Cuánta gente tiene problemas con esas sustancias. Hay muchísima gente realmente dopada.
- ¿Vivimos en una sociedad hipócrita?
- Hay una hipocresía salvaje. Uno de los entrevistados, que había trabajado en banca, contaba cómo los brokers que están en los bancos, que empiezan con 18 años y a los 30 están muertos, quiero decir que sus carreras han terminado, están 24 horas trabajando... y por supuesto, consumen cocaína. ¡Y nadie dice nada! De alguna manera esa imagen me remitió a las galeras, como los esclavos con la dosis adecuada de comida para que pudieran rendir. Y también hay una cosa que es muy interesante de lo que yo creo que el espectador descubrirá, y es el tema de la adicción. Un adicto a cualquier sustancia no es que sea una mala persona o que venga de un estrato social problemático. No tiene nada que ver. Hemos tenido abogados, gente relacionada con la gran empresa, gente culta, educadísima, de un entorno familiar maravilloso... ¡y de repente son adictos!
- ¿Hay diferencias entre la imagen del hombre y la mujer a la hora de consumir drogas?
- Ser hombre o ser mujer siempre es diferente. Imagínate tener problemas con las drogas y ser una madre de dos hijos pequeños. Pues vas a ser juzgada de una manera totalmente diferente a si eres un hombre. Eso está bastante claro, las mujeres tenemos la obligación social de ser buenas, de ser cuidadoras, de la maternidad. La maternidad y las drogas son una combinación muy mal vista.
- ¿Cree que el cine español se está preocupando de contar lo que nos está pasando? No solo nos referimos a las drogas, sino a la situación social...
- Es muy difícil hablar de lo que está pasando cuando está pasando. Hay que tener una enorme sangre fría y ser capaz de separarte de las cosas, y es muy difícil cuando estamos todos en esta especie de vorágine. Yo creo que nunca utilizaría el realismo. Utilizaría otro género, igual la ciencia-ficción o la comedia salvaje, habría que contarlo desde otra perspectiva, porque hablar desde una mirada realista de lo que está pasando es insoportable. Tenemos una dosis de realidad... estamos agotados, están acabando con nosotros.
- ¿También a usted le parece que el panorama de nuestro cine es desolador?
- ¡Cómo no me lo va a parecer! Ya no es el cine, es la educación, es la sanidad, son los servicios sociales. ¡Es que nos estamos dejando a mucha gente por el camino! El cine, claro, está fatal, pero sinceramente estamos en un momento tan difícil socialmente hablando, que... Yo soy cineasta, y creo que hay que apoyar el cine, evidentemente, pero es verdad que en el contexto en el que estamos es todo tan catastrófico... que hay que luchar en todos los frentes. No quiero ser 'de los del cine, de los que se quejan', no quiero hablar desde ese punto de vista. Realmente lo que es horrible es lo del 21% del IVA. ¡Eso es una tragedia! Pero es una tragedia política. Tenemos unos políticos que no creen en la cultura, no creen que la cultura es necesaria, no creen que la cultura ayuda a un pueblo a sobreponerse a una situación como esta.
- ¿Y una solución es intentar salir del sistema?
- Tú puedes intentar salir del sistema como yo, porque soy una punky, y porque me rebelo. Pero es verdad que no es la forma de estructurar una industria. Yo creo que hay fórmulas mucho más inteligentes de encontrar la financiación para el cine. Estamos subvencionando los coches, y sin embargo la gente parece que ataca a la cultura porque se le apoya, cuando también estamos hablando de puestos de trabajo. Hay muchísima gente del sector cinematográfico que se está yendo de este país, gente que no tiene futuro... ¡es un drama!
- ¿Por qué cree que la crítica contra los artistas está tan extendida en España?
- Está en nuestro código genético, porque no nos han enseñado a amar nuestra cultura. Parece que un artista es alguien que vive de tocarse las narices. ¡Parece que no hacemos nada! Parece que estamos viviendo del cuento, que no somos trabajadores. Pero te digo, somos la gente más trabajadora del mundo. Puedes ir a cualquier rodaje, puedes ir a cualquier ensayo de una obra de teatro, puedes estar muchos días con cualquier artista plástico... ¡es gente que no para de trabajar! Trabajamos domingos, trabajamos sábados, nos levantamos a las siete de la mañana, ¿cómo puede un país entero pensar que sus artistas no son trabajadores? ¡Porque no nos han enseñado a amar nuestra cultura! Ser artista es un riesgo. Una persona joven que decide ser artista... es alguien de que habría que decir... ¡qué valiente! Tu vida va a estar llena de inestabilidad económica, emocional, vas a tener que trabajar fines de semana, no vas a tener seguridad nunca. ¡Son héroes! Los artistas son gente que, por vocación, por amor a un trabajo que es intangible, dedican su vida. ¿Cómo no vamos a apoyar a esa gente?
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