Cien años de Juventud (la editorial de Tintín)
Y de Heidi, los Cinco, Mary Poppins, Stefan Zweig, Cronin y Emil Ludwig. Un libro y una exposición celebran el centenario
El mundo perdido de Stefan Zweig
Barcelona
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Iniciar sesión«Si se quiere estudiar la humana naturaleza en toda su sorprendente variedad, ¿dónde puede satisfacerse este deseo mejor que en la profesión editorial? ¿Puede sorprender el hecho de que tantos hombres de talento y de inclinación idealista quieran pertenecer a nuestra profesión?» Son las ... líneas finales de 'La verdad sobre el negocio editorial', de Stanley Unwin, que José Zendrera tradujo al español y publicó en 1928. Aquel libro de cabecera reafirmó su vocación de editor.
Juventud nació el 5 de octubre de 1923, impulsada por Zendrera y Julio Gibert, editor de 'El hogar y la moda' (embrión de la revista 'Lecturas'). En 1925, Zendrera se fotografiaba con capa española con Gustavo Gili y Joaquín Sopena, dispuesto a conquistar el mercado hispanoamericano: desde 1931 Juventud abrió delegaciones en Argentina, México y Colombia.
«Su capacidad de iniciativa y anticipación abrió posibilidades impensadas en el campo de la edición, hasta el mundo de hoy, que premia la imaginación, el talento y la capacidad de abordar los temas más insospechados desde una perspectiva universal», apunta Luis Zendrera, nieto del fundador y actual gerente de Juventud.
La novela rosa
José Zendrera no era un recién llegado: en 1914 comenzó su andadura en la Sociedad General de Publicaciones, donde publicó novelas femeninas y una colección de éxitos cinematográficos. Esta orientación popular prosiguió en Juventud con 'Mis Lecturas. La revista para todos': al estilo de los almanaques europeos difundió a escritores de aventuras como James Oliver Curwood o Zane Grey.
La novela rosa fue otra exitosa iniciativa, con Berta Buck o el español Rafael Pérez y Pérez, quien alcanzó reimpresiones de 120.000 ejemplares. El 'Cuento Rosa', dirigido al público infantil, acogió las narraciones de Magda Donato y María Luz Morales. Conchita Zendrera conoció en la Feria del Libro Infantil de Bolonia al que sería el autor más icónico de Juventud: Hergé le propuso editar 'Tintín' en España. La traducción de Conchita al castellano convertiría a los Zendrera en padres adoptivos de Tintín: entre sus aportaciones, renombrar a los Dupont y Dupont como Hernández y Fernández.
Pero no solo de 'Tintín' vivía Juventud. En los años treinta, editó a Julio Verne y la 'Alicia' de Lewis Carroll en su sello en catalán Mentora. El catálogo infantil y juvenil crecía con personajes inolvidables: 'Heidi', de Juana Spyri; la abeja Maya, de Waldemar Bonsels, los cuentos de los Grimm, la viajera Bibi de Karin Michaëlis, 'Los Cinco', de Enid Blyton o 'Pippi Calzaslargas', de Astrid Lindgren.
Juventud deparaba también aventuras y ciencia ficción para adultos en 'La Novela Azul': Leslie Charteris (El Santo) o Edgar R. Burroughs, autor de 'Tarzán'. El 'Pinocho' de Collodi asomó su nariz: Zendrera lo publicó por primera vez en catalán en 1934 con los dibujos originales de Enrico Mazzanti; en 1941 acordó con Calleja lanzar una edición de lujo en castellano.
Los años cuarenta, con la escasez de papel, obligaron a cambiar los grandes formatos en color por libros en miniatura –de 7 por 8 centímetros– en blanco y negro. La censura obligaba a esquivar la palabra 'rojo', que se transformaba en 'encarnado'. Mary Poppins, la criada voladora, aterrizó en Juventud en 1943: «La perla de las niñeras que todas las mamás desearían encontrar y todos los niños desearían tener» regaló sueños en tiempos de racionamiento. Un cuarto de siglo después, la película que protagonizaron Julie Andrews y Dick van Dyke relanzó al personaje de P. L. Travers.
Peter Pan evolucionó desde los recortables de 1936 a la recreación de Disney en la Navidad de 1954: vendió diez mil ejemplares en pocos meses. El clásico juvenil 'Emilio y los detectives', de Eric Kästner, fue otro 'long seller' de los años treinta que perduró en la posguerra.
Biografías
En 1947, Josep Pla firmó contrato con Zendrera: publicó 'Cadaqués' y 'Cartes de lluny'. Stefan Zweig fue otro superventas: Juventud editó sus 'Obras Completas'. La biografía fue un género muy popular que la editorial barcelonesa rentabilizó con Emil Ludwig: 'Napoleón', 'Lincoln', 'Tres titanes'… El éxito era tal que los ejemplares se vendían con librería incorporada. En los años sesenta Juventud lanzó su serie amarilla de «viajes, aventuras y expediciones». Más 'long sellers': 'Siete años en el Tibet', de Heinrich Harrer; 'La expedición de la Kon Tiki', de Thor Heyerdhal; '¡Eh, petrel!', de Julio Villar...
Luis Zendrera asocia la travesía de Juventud a un cuaderno de bitácora: «Habla de la Edad de Oro de los géneros populares, del desarrollo de la literatura infantil y juvenil y del álbum ilustrado; de los libros clásicos, que pasan de una generación a otra y que se mantienen muchos años en el catálogo». Unwin, el editor que Zendrera tanto admiraba, celebraría con un brindis «la verdad sobre el negocio editorial» de su aventajado alumno.
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SuscribetePeriodista y doctor en Ciencias de la Información, se incorpora a ABC en 1995 donde es redactor de Cultura, crítico teatral, literario y columnista. Autor de varias novelas y profesor de Historia del Periodismo.
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