Suscríbete a
ABC Cultural

Cómo el chocolate pasó de 'saber a diablo' a conquistar el mundo

Nikita Harwich, economista e historiador, desvela el pasado amargo de un negocio que mueve millones de dólares

El chocolate, una historia para chuparse los dedos

Nikita Harwich, fotografiado en la Torre IE Guillermo Navarro
Jaime G. Mora

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El chocolate no es solo un capricho que se deshace en la boca; es un narrador silencioso de la historia humana. Testigo de cinco milenios, ha sobrevivido a imperios, revoluciones y guerras. Cristóbal Colón pudo haber sido el primer europeo en disfrutarlo, pero lo ... ignoró; sería Hernán Cortés quien lo trajo al continente. Fue una bebida reconstituyente, luego un antojo de la nobleza y, también, una fuente de mitos. ¿Engorda? ¿Es adictivo? ¿Es afrodisiaco? Mueve miles de millones de dólares en todo el mundo y, aún hoy, su producción está relacionada con la mano de obra esclava. Todo esto se esconde en una tableta de chocolate, y más: una fábrica de leyendas.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia