Carlos 'Kaiser', el audaz futbolista que no sabía jugar a fútbol
Tierra Trágame
Hoy recordamos la increíble historia de este estafador que militó en los clubes más importantes de Brasil durante 26 años sin saltar nunca al campo
Rafa 'No me jodas' Guerrero
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Iniciar sesiónCuando a Guardiola le abrasaban sobre la idoneidad del tiki-taka, el de Santpedor, entonces entrenador del Barcelona, respondía que lo lógico es que si uno juega bien acabe ganando. Y lo mismo con todo... o no. Las personas de mente simple, como ... el Pep, tienden (tendemos) a pensar que para ser futbolista hay que saber jugar fetén a fútbol. Y luego está Carlos Henrique Raposo 'Kaiser', que nos enseñó la verdad de la vida. A su lado, pequeño Nicolás es Adela Cortina. Un truhán, un señor... ¿un genio?
La 'ginga' es una cualidad casi indefinible de la manera de moverse y actitud de los brasileños. Durante 26 años, Kaiser practicó la 'ginga' en los mejores clubes de Brasil, también de México, Estados Unidos, Japón, Arabia Saudí… sin saltar al verde. Eso sí, por las discotecas y paseos marítimos andaba pavoneándose con gafazas de sol en los 80 y 90. El mote Kaiser era por Beckenbauer, nada menos. Y para evitar debutar, fingía lesiones (época sin resonancias) o la muerte de la abuela, pagaba a juveniles para que le lesionaran de verdad en el entreno, rotaba mucho de equipo cuando iba a ser descubierto e incluso se hizo proxeneta gestionando orgías para compañeros y presidente (a cambio de unos reales) y el silencio.
Era delantero centro, donde se pasa más desapercibido, y su ídolo era Renato Gaucho, coétaneo y mito del Flamengo al que copiaba peinado y se hacía pasar por él antes de todo. Un icono que fardaba de haberse acostado con 5.000 mujeres. Kaiser aprovechó esto y también se acostó con muchas féminas usurpando su identidad. Hasta le pagaron por ello. Las cogía al vuelo las estafas, vamos. Y luego vino la más constante: hacerse profesional de un deporte para el que estaba impedido. Una vez, el presidente del Bangu, de corte mafioso, le dijo que si no jugaba le pegaba un tiro. Y calentando en la banda se enzarzó a puñetazos con la afición y le expulsaron sin llegar a jugar una vez más. Al otro le dijo: «No voy a permitir que los fans hablen mal de usted».
Cuando un entrenador le decía que no jugaba, se alegraba. De hecho, su misión era asegurarse no jugar. ¡Estuvo varios años en el mismo equipo que Bebeto! La mayoría se olía la tostada, pero.... A una novia le dio una cinta de vhs metiendo un gol al poco de conocerse. Pero se ve mal y no es él, claro. Y siempre hablaba de su etapa italiana en el Ajaccio, que nunca fue y le abrió las puertas de los equipos de Brasil con una ficha falsa. De fondo, una infancia con una madre adoptiva alcohólica que murió de cirrosis y traslado con dos tías limpiadoras en un regimen de semipobreza. Luego, abandonó a su propio hijo.
En 2003, se retiró. En total, jugó 30 partidos en 26 años y sin meter ningún gol. Después, se hizo entrenador de culturismo para mujeres. Pero un documental de 2018 destapó esta pequeña gran historia en su totalidad. «No le hice daño a nadie, solo aproveché la suerte. La vida me lo había quitado todo, empezando por mi madre». Y así, más de una década después decolgar las botas, se supo la verdad del mejor jugador de la historia que no sabía jugar a fútbol ni falta que hacía.
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