Un Calixto Bieito «maduro» regresa al Liceu con «Carmen»

El director recupera el montaje que concibiera hace más de una década

P. M.-H.

Cuando Calixto Bieito estrenó en 1999 su visión de la ópera «Carmen», de Bizet, era la segunda vez que se enfrentaba al género y constituía su debut en España. Ha llovido mucho desde entonces y ahora está entronado como uno de los ‘registas’ más solicitados ... en el norte y centro de Europa. A partir del lunes regresa al Liceu para inaugurar la temporada lírica de la mano de la ópera bizetiana, contando con uno de los mismos intérpretes con los que compartió en 1999, el tenor francés Roberto Alagna, quien le regaló a Peralada su primer Don José.

El director artístico del Liceu, Joan Matabosch, presentó la producción lleno de ilusión, calificándola de «espectacular»: serán 21 funciones repartidas entre este comienzo de curso y el mes de julio, cuando se repondrá con otro reparto. Matabosch la anunció como «un homenaje al Festival de Peralada» ya que, en esencia, es «conceptualmente la misma, aunque ahora es más grande y más madura», según apuntó Calixto Bieito.

Para Roberto Alagna, su Don José «ha cambiado mucho y ahora tiene un lado muy humano; recurre a la violencia porque no tiene otra opción; su punto de vista es casi religioso, él quiere salvar a esta mujer para que no se la lleve el demonio».

Aunque se han contratado varios repartos, el primer «cast» cuenta también con otro intérprete francés, la mezzo Béatrice Uria-Monzón, quien dará vida a Carmen. De padre español, reconoce estar encantada con este montaje, ya que las 300 veces que ha cantado el papel han estado llenas de estereotipos y de españolismos baratos. «Es la producción que estaba esperando», afirmó, al tiempo en que decía que su Carmen no es la típica gitana ordinaria. «Es una mujer que la mueven sus emociones, no es libre, no conozco ningún papel más rígido que éste».

Una obra madura

Ambos cantantes afirman tener plena libertad por parte de Bieito para ir improvisando en escena; incluso soluciones que ellos mismos han ido aplicando durante los ensayos las utilizan los artistas de los otros repartos. «Es un trabajo de equipo», comenta la mezzo. «Lo importante es estar en el personaje, ir juntos pero tener cierta libertad». Bieito reconoció que, al igual que el Don José de Alagna ha crecido en estos años, su montaje ha madurado: «Nos hemos hecho mayores. La ópera es dual, porque une amor y violencia, pero ahora entiendo el destino y la fatalidad: la ópera va más allá... Me rompe el corazón. Se trata de un crimen pasional». Defiende el género como nadie, apuntando que «la ópera ya se ha convertido en un arte social —desgraciadamente tan de moda por la mucha violencia de género que hay y por el maltrato a los gitanos—, pero también educativo».

Los repartos de esta primera etapa de Carmen están integrados, además de Alagna y Uria-Monzon, por las mezzo Jossie Pérez y María José Montiel; los tenores Brandon Jovanovich y Germán Villar -Neil Shicoff cantará una única función-; Marina Poplavskaya y las españolas María Bayo y Ainhoa Garmendia serán Micaëla; el uruguayo Erwin Schrott junto a Jean François Lapointe y al español Àngel Òdena defenderán a Escamillo, mientras que, en julio, la producción contará con Anna Caterina Antonacci y Jossie Pérez en Carmen, Fabio Armiliato y Neil Shicoff en Don José, María Bayo y Ainhoa Arteta en Micaëla y Kyle Ketelsen y Àngel Òdena en Escamillo.

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