Televidente
Médicos que fuman a plena luz del día
«El tabaco es un escándalo, por eso aparece en los 'trigger warning' de las plataformas, al lado de la etiqueta de la violencia explícita o del tratamiento vejatorio a las mujeres»
'Adolescencia' para 'dummies'

El domingo, en la SER, Juan José Millás le comentó a Javier del Pino, impresionado, que había visto por la calle a un médico fumando. «¿Tú crees que encaja un médico fumando? Es como un bombero pirómano, como un cura pecando», aventuró, antes de disculparse ... diciendo: yo también tengo amigos que fuman. Del Pino lo escuchaba con intensidad, hasta soltó un suspiro propio de los temas espinosos de nuestros días (Trump, Luisgé Martín, la fiebre del aguacate, etcétera). La escena me recordó a esos alumnos que el fin de semana se cruzan a un profesor por la calle y el lunes lo cuentan en clase, traumatizados aún por la estampa. «Iba de la mano con una mujer, ¡y a plena luz del día!».
El médico que fuma está pasando a formar parte de una mitología antigua, propia de submundos casi criminales, siempre sospechosos; el que te ofrecía tabaco en la consulta es solo ya una leyenda que cuentan los viejos del lugar, los mismos que trabajaban con la petaca sobre la mesa...
Hoy, sí, parece más fácil encontrarte a un médico que se droga que a uno que fuma, pero a veces los ves, en un espectáculo digno de ser retratado para la eternidad. El otro día me encontré a uno fumando justo debajo del cartel que prohíbe fumar en todo el recinto del Hospital de La Paz, en Madrid. Al lado, un paciente sujetaba con una mano el gotero de la medicación y con la otra se encendía un cigarro. Era una imagen llena de vida y belleza, no muy lejana a la épica taurina. Pensé en escribir un 'true crime'.
Los médicos ya ni siquiera fuman en las series. El tabaco es un escándalo, por eso aparece en los 'trigger warning' de las plataformas, al lado de la etiqueta de la violencia explícita o del tratamiento vejatorio a las mujeres.
El consenso sociopolítico sobre el tabaco no ha dejado de desplazarse: empezó en el fumar mata, pero va camino del nadie debería estar fumando a menos de doscientos metros de cualquier forma de vida inteligente (se entiende que el que fuma ha perdido la inteligencia o la cabeza). Es un giro 'healthy' que ha coincidido en el tiempo con la aprobación y defensa del derecho a la eutanasia. El mensaje de fondo, quizás involuntario, es distópico: toleramos la libertad de morir, pero no tanto la de vivir.
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