Bob Hope y el humor en tiempo de guerra

El día que se declaró la Segunda Guerra Mundial, el cómico Bob Hope se encontraba a bordo del barco Queen Mary. Ahí decidió lanzarse a cantar 'Thanks for the memory' con una letra distinta. Buscaba Hope animar al pasaje. Esa misma intención le llevó, a lo largo de su longeva carrera –murió con cien años–, a organizar eventos para entretener a las tropas, tanto en casa como en medio de la guerra. Así viajó a Irak, el Líbano, Corea… Se combinaba con amigas y amigos del mundo del espectáculo para ofrecer lo mejor que tenían a ese público de soldados. Salvo en Vietnam, donde, por el sentimiento antibélico del momento, sólo la actriz y cantante Ann Margaret aceptó acompañarle. Hope explicaba sus emociones en un documental: «La primera división de los marines iba a entrar en Peleliu [en plena batalla por el Pacífico (1944) contra los japoneses]. Cuando aterrizamos en aquella carretera, quince mil hombres empezaron a dar voces y creo que nuestro avión se elevó de tantos gritos. Hicimos el espectáculo, pero fue muy dramático porque sabías que iban a invadir Peleliu y tenías que aguantar en ese escenario y terminar tu trabajo. (...) Después me enteré de que murió el sesenta por ciento de aquellos chicos».

«¿Es el enemigo?... ¿Ustedes podrían parar la guerra un momento?… ¡Que si pueden parar la guerra un momento! Ahora sí le escucho. Le quería preguntar una cosa. Esto, no ¿ustedes van a avanzar mañana? ¿A qué hora? Entonces, ¿cuándo? El domingo. Pero ¿a qué hora? ¡Ah! A las siete estamos todos acostados. Y ¿no podrían avanzar por la tarde?».

Una de las series documentales sobre humor más importantes de los últimos años la firmó el cineasta Larry Charles ('Larry David', 'Religulous', 'Borat', 'Brüno', 'El dictador', 'Masked and anonymous'...). Se titula 'Larry Charles´ Dangerous World of Comedy' (2019) y transita por aquellos lugares donde las circunstancias no acompañan demasiado para hacer humor.

En el primer capítulo habla de Oriente medio pero también dedica un buen rato a conocer la historia del cómico Duke Murphy Dennis. En plenas elecciones de Liberia en 2018, Dennis recorre un país caótico contando chistes y participando en programas de radio. En ese lugar, dominado por guerras alternativas desde hace décadas, parecería que la comedia está vetada. Duke regresó a su nación y se pelea por contar algo que haga reír a los demás, al lado del lugar donde mataron a su hermana. Como explica Charles, en sus espectáculos la temática es puramente liberiana: el sida, el ébola… O la corrupción de su gobierno: «Le pregunté: '¿Por qué no te castiga tu padre?'. Él contestó: 'Porque mi padre es policía'. Dije: '¿Por qué?'. Replicó: 'Cogí mi examen, le metí diez dólares liberianos dentro, se lo di a mi padre, cogió los diez dólares y me devolvió el examen'». Risas.

«Yo ya no trabajo para la patria, porque es muy aburrido, te tienen todo el año haciendo la instrucción, para luego desfilar media hora. (...) Me pagan a ocho dólares el muerto, y devolviendo el casco, tres dólares más. Los chinos los pagan más baratos, como hay tantos. Bueno, yo a los chinos ni les mato, les hago: '¡Ajjjjjj!', y les meto un susto que… Que el susto no lo pagan, pero te diviertes… Lo malo de los chinos es que como son todos iguales, pues si no te fijas bien, matas seis veces al mismo».

En mayo de 2023, el cómico chino Li Haoshi utilizó un eslogan del secretario del Partido Comunista, Xi Jinping, para alabar a sus perros adoptados: «Son capaces de ganar batallas y tienen un gran estilo». Este chiste fue lanzado en una sala de Pekín y denunciado por un periodista local presente. Tuvo gravísimas consecuencias: a Haoshi le prohibieron usar redes sociales y la empresa contratante pagó una severa multa. El cómico reaccionó con un comunicado donde se comprometía a «aceptar toda la responsabilidad» y «reflexionar profundamente».…