La Biblioteca Nacional recupera servicios tras dos años bajo mínimos

Con la incorporación de 27 funcionarios se elimina la cita previa para acudir a las salas y vuelve la petición directa de fondos

La Biblioteca Nacional mantiene restricciones de la pandemia por falta de personal

La Biblioteca Nacional de España, tras su reapertura al público en junio de 2020 Ignacio Gil

La Biblioteca Nacional de España (BNE) tiene previsto empezar a recuperar, a partir del 1 de noviembre, servicios que dejó de ofrecer con las restricciones de la pandemia y que han seguido vigentes hasta la fecha por falta de personal. Este anuncio se concretará en el fin de la cita previa para acudir a las salas y la posibilidad de realizar petición de fondos directamente, sin necesidad de reservarlas con anterioridad, aunque aún con limitaciones horarias. Entre 2020 y 2021, por los cierres del Covid y la lenta recuperación, la BNE ha registrado una caída drástica en los indicadores de atención al público.

Este regreso paulatino a los servicios acostumbrados será posible gracias a la llegada de 27 nuevos auxiliares de biblioteca, según fuentes de la institución. Corresponden a las oposiciones de 2018 y 2019 y se incorporarán a sus puestos de trabajo, en principio, «de cara al arranque del mes de noviembre». Cualquiera que disponga del carné de investigador o de lector podrá acceder a las distintas salas de la sede de Recoletos, sin cita previa, y la petición anticipada de documentos solo va a ser obligatoria para los fondos que se encuentran en la sede de Alcalá de Henares, dado que su traslado no se puede realizar en el momento.

La BNE sigue recomendando la petición anticipada para evitar tiempos de espera

Las peticiones 'in situ', eso sí, solo estarán disponibles entre las 13.00 y las 15.00 horas, cuando antes de la pandemia se podía hacer en cualquier momento. Así que el sistema de cita previa seguirá teniendo más peso que el presencial. La BNE, de hecho, sigue recomendando la petición anticipada para evitar tiempos de espera y que los ejemplares se encuentren a disposición de los investigadores y lectores en el momento de su llegada. El centro seguirá cerrado los sábados. Según la BNE, «se irá ampliando el horario de petición directa de fondos de manera progresiva» y «se está trabajando en otras mejoras de los servicios que ofrece a sus usuarios».

Además de estos 27 funcionarios que llevarán a cabo labores como la atención a usuarios sobre información general o préstamo de documentos en las salas de lectores e investigadores, la institución cuenta con que se incorporen nuevos «ayudantes y facultativos cuando terminen sus cursos de formación dentro del proceso selectivo». La Memoria del año 2021 señala que de los 511 puestos de trabajo necesarios para el funcionamiento diario de la institución, solo están ocupados 353; en la sección que se dedica a la atención al público hay 78 plazas vacantes de un total de 337.

Fuentes del sindicato UGT, por el contrario, advierten de que sigue produciéndose un goteo de bajas, «bien por jubilaciones, bien por la búsqueda de mejores condiciones laborales». Además, «el proceso de selección que hay abierto en este momento de personal laboral (contratos de un máximo de seis meses) son insuficientes para paliar la no convocatoria de plazas de este personal en la Oferta de Empleo Público de 2023, que Función Pública ha echado para atrás». UGT teme que la nueva hornada de ayudantes sea un «mero parche de dos años, el tiempo que necesita el personal de nuevo ingreso para poder concursar a un nuevo destino».

UGT teme que la nueva hornada de ayudantes sea un «mero parche de dos años»

Durante 2020 y 2021, todos los indicadores relacionados con la atención al púbico se han hundido, coincidiendo con el cierre por el Covid y las posteriores limitaciones de aforo. No obstante, cuando en octubre de 2021 se recuperó la normalidad, la BNE siguió limitando servicios porque no tenían personal suficiente para recuperarlos. Las visitas de usuarios se desplomaron desde las más de 104.000 de 2019 al entorno de las 36.000 en los dos años posteriores.

Del mismo modo, si en 2019 había 35.550 carnés vigentes, al cierre de 2021 eran 21.636. Los préstamos de fondos cayeron un 59,5 por ciento en 2020 y otro 7,4 por ciento en 2021. Lo que sí mejoró el año pasado respecto a 2019 fue el volumen de peticiones anticipadas:40.246 frente a 38.349. La única manera de consultar documentos era a través de esta vía. Según la BNE, en el segundo trimestre de este año se han incrementado los carnés de lector e investigador un 27,36 por ciento y los préstamos en las salas un 47,98 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.

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