La batalla de David contra Goliat por el cierre de dos cines históricos de Atenas

Atenas es «una ciudad en peligro de perder su memoria. Perdemos el misticismo de la habitación, el atractivo de la experiencia colectiva. Estamos perdiendo espacios que no eran solo salas de proyección, sino cofres de cultura», posteaba en su perfil de Facebook la Presidenta de la República Helena, Katerina Sakelaropulu tras conocer la noticia del cierre del Astor y el Ideal.

El Astor y el Ideal están ubicados en el interior de dos edificios propiedad del EFKA, organismo responsable de la gestión de la seguridad social del país que ha decidido rescindir los contratos con los pequeños negocios que llevan abiertos décadas y alquilar la totalidad de los inmuebles a un único inversor.

A finales del pasado mes de marzo, los gestores de ambas salas iniciaron una campaña de información, proyecciones gratuitas y recogida de firmas para evitar el cierre de los dos cines históricos. La iniciativa, bajo el título 'Nuestros cines, nuestra ciudad', consiguió recoger en solo un fin de semana más de diez mil firmas. A día de hoy, son cerca de veinte mil los atenienses que han firmado la petición. Cineastas como Costa-Gavras, Yorgos Lanthimos, candidato al Oscar por la película 'Canino', Ken Loach, Fatih Akin y Emir Kusturica también han apoyado la causa a través de declaraciones en sus redes sociales y a la prensa nacional e internacional.

Me bajo en la estación de metro de Omonia y camino unos cinco minutos hasta el Ideal donde me espera Yorgos Spentzos, propietario de la sala y de la empresa de distribución cinematográfica Spentzos Films. Su padre adquirió el usufructo de la sala en la década de los 60 del siglo pasado, y desde entonces, ha permanecido en manos de la familia que está detrás de las producciones griegas más taquilleras.

El Ideal, en funcionamiento desde 1921, está ubicado en el interior del Palacio Schliemann-Mela, uno de los cuatro edificios que el arqueólogo alemán mandó construir en Atenas. Proyectado por Ernst Ziller, el decimonónico arquitecto sajón que transformó el tejido urbanístico de Atenas, cuenta con 8 mil metros cuadrados y su uso ha ido cambiando a lo largo de los años. En este momento, después una década de crisis financiera y tras el anuncio de la trasformación del edificio y la rescisión de los contratos de alquiler, tan solo quedan abiertos tres negocios a pie de calle: una tienda de relojes, una librería y el Ideal. «Hasta hace pocos años, en la planta de arriba había oficinas. Poco a poco hemos visto como todo cerraba y ahora solo quedamos nosotros tres, que nos resistimos a que la esencia del edificio se pierda», me comenta Spentzos visiblemente emocionado.

La cadena de hoteles Mitsis ha firmado un contrato de alquiler con el EFKA por un total de 45 años y 90 mil euros al mes. Conservando la fachada neoclásica, pretende demoler el interior para construir un hotel de 5 estrellas y centro de convenciones. La sala de cine, con aforo para 700 espectadores y una de las pantallas más grandes de Europa (con 150 m2) tan solo ocupa unos 800 m2 del total del inmueble. «Creemos que el hecho de que la sala siga abierta no afecta al macro proyecto del hotel», nos explica Spentzos.

María e Iró Fokianú, madre e hija residentes en el cercano barrio de Exarchia, acaban de sacar las entradas para ver 'El caftán azul', de la cineasta marroquí Maryam Touzani. Piden a Yannis, el taquillero, el libro de firmas para plasmar su descontento con lo que consideran una aberración. «Este barrio era, hasta la aparición de los alquileres turísticos, un barrio de estudiantes. Ahora ningún universitario se puede permitir pagar los elevados alquileres de los escasos apartamentos disponibles», me comenta Iró. «Estamos siendo testigos en los últimos años de cómo un barrio con vida, con actividad cultura y de ocio, se está convirtiendo en un lugar para turistas ricos», dice su madre. «Si seguimos así, el único ruido que vamos a escuchar en esta calle va a ser el de las ruedas de las maletas de los turistas», añade Spentzos.

Yannis nos explica que, tras dos confinamientos durante la Pandemia, uno de 3 meses y el otro de 6 meses, es ahora cuando las salas de cine empiezan a recuperarse. «Hemos tenido varios 'sold out' en las últimas semanas. El último fue el pasado sábado con la proyección de 'Toro Salvaje' de Martin Scorsese». Me comenta mientras me muestra una foto de la sala a rebosar. «La verdad es que estamos emocionados con la cálida respuesta del público. No esperábamos tanto apoyo», añade y me cuenta la que para él ha sido la anécdota más entrañable de las últimas semanas. La de un joven de 22 años que se ofreció a encadenarse a la puerta del cine para evitar el cierre.

El Ideal, en colaboración con Europa Cinemas, dedica más de la mitad de su programación al cine europeo en versión original subtitulada. También proyecta películas de todo el mundo, sobre todo iraníes. «Me encanta que en mi sala se muestren películas tan diversas y que el público pueda escuchar todos esos idiomas, ver otras culturas, abrir la mente», comenta Spentzos. «Llevo toda la vida dedicándome al cine, desde los 5 años que aparecí en una de las películas que produjo mi padre, no sé vivir sin él», me comenta con una sonrisa en los labios.

El contrato de alquiler finaliza el próximo 31 de diciembre «como aún no sabemos si conseguiremos paralizar el derribo de la sala, no podemos programar nada para el próximo año. Solemos comprar las películas con al menos un año de antelación, pero no nos atrevemos a realizar ningún movimiento hasta que no tengamos la resolución del Ministerio de Medio Ambiente y Energía», añade mientras me enseña la documentación que han entregado para solicitar que se declare de interés cultural el uso del Ideal.

El Astor, forma parte del Palacio de Éfeso, inmueble construido en 1928 sobre el edificio que albergaba el Cine Pallas, uno de las primeras salas de proyección de Grecia. Desde 1947, funciona bajo el nombre 'Astor' y desde 2015 está gestionado por la familia Kontarakis, propietaria de la empresa de distribución Weirdwave. Es sede de varios festivales internacionales y el templo del cine independiente y de autor de la capital helena. Además, colabora con los institutos de cultura de Alemania, Francia y Gran Bretaña.

«El 80% del público del Astor es joven», explica Andreas Kontarakis a ABC, cuando le preguntamos si es cierto que los que la permanencia de ambas salas se trata de una idea romántica de atenienses nostálgicos de sus años mozos. «Existe una necesidad para que lo jóvenes continúen disfrutando del centro de la ciudad mientras que Atenas se convierte en un hotel gigante sin ningún tipo de respeto por el día a día de sus ciudadanos, sus necesidades y su sed de cultura», añade.

El futuro del Astor es incierto porque aún no se ha hecho público el nombre de la empresa que va a adquirir en edificio ni cual será el nuevo uso.

Los empresarios que gestionan ambas salas intentaron, en un primer momento, que los cines fueran declarados lugares de interés cultural. El Ministerio de cultura y Deportes de Grecia explicó a través de un comunicado oficial que ninguna de las dos salas poseen los requisitos para ser considerados edificios protegidos y que tampoco pueden acogerse a la ley de protección de los cines al aire libre. El siguiente paso, ha sido pedir al Ministerio de Medioambiente y Energía que declare de interés cultural el funcionamiento y uso de los cines como salas de proyección lo que evitaría la demolición de las mismas. No obstante, el EFKA ha pedido al ministerio que no se conceda la protección a las salas porque afectaría al proyecto de obra de ambos inmuebles.

Por su parte, las autoridades pertinentes hacen hincapié en la importancia del desarrollo de la ciudad y la relevancia del capital aportado por los inversores. No obstante, días después de las declaraciones de la presidenta de la República, en las que afirmaba que «dar la bienvenida al futuro no significa romper con lo que vino antes, sino registrarse después. No significa eliminar rastros del pasado, sino unirse a ellos en una experiencia cívica que se ve enriquecida por su presencia», Kyriakos Mitsotakis, primer ministro griego, aseguró que va a tratar de buscar una solución que satisfaga a todas las partes. «A mí no me convence esto que dice Mitsotakis: el lunes sala de cine, el martes el congreso de médicos, el miércoles otra vez cine y el jueves una fiesta privada de una empresa. No tiene ningún sentido», nos explica Spentzos.

Spentzos asegura que la propuesta de protección de las salas va pasando de unas manos a otras sin que se resuelva y teme no haber obtenido la resolución antes de la inminente disolución del Parlamento griego ante las próximas elecciones generales del 21 de mayo.

El próximo sábado 22 de abril tendrá lugar una nueva convocatoria de 'Nuestros cines, nuestra ciudad' en el cine Ideal con la proyección de 'Heat' de Michael Mann, mientras que la recogida de firmas continúa en este sitio web.