La baguete francesa, consagrada como patrimonio cultural inmaterial de la Unesco
Consagra la barra de pan como «tradición artesana, expresión viva de tradiciones transmitidas durante siglos»
Corresponsal en París
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Iniciar sesiónCulminando veinte años de esfuerzos nacionales, la baguete, la barra de pan de tradición francesa, ha sido inscrita en el patrimonio cultural inmaterial de la Unesco, estimando que se trata de una «tradición artesana, expresión viva de tradiciones transmitidas durante siglos».
Con esa declaración, ... los gremios de panaderos y pasteleros, el Estado y todos los gobiernos de los últimos veinte años, terminan consagrando la barra de pan de la «auténtica tradición francesa».
El proceso comenzó con un decreto gubernamental del 13 de septiembre de 1993, presentado a la Asamblea Nacional (AN, primera cámara del Parlamento francés) por el gobierno de Edouard Balladur (conservador), con François Mitterrand (socialista) como presidente.
Aquel decreto definía con precisión las características de la auténtica baguete francesa: una longitud de 65 centímetros con 4 a 6 centímetros de «ancha», cocida en unos hornos con características precisas, utilizando harinas y cereales nacionales, descritos con rigor técnico.
Durante los años 50 del siglo pasado, en Francia (68 millones de habitantes) había unas 50.000 panaderías. Hoy, solo quedan 30.000
Siguieron años de concertación artesanal y gubernamental hasta que, finalmente, el 2018, la Confédération Nationale de la Boulangerie-Pâtisserie Française (CNBPF, Confederación nacional de la panadería - pastelería francesa), pidió al presidente Macron que presentase la candidatura de la baguete nacional a su inscripción en el patrimonio mundial inmaterial de la Unesco.
Los panaderos y el Estado avanzaron estas razones: «Nuestra baguete nacional es la envidia del mundo entero, un símbolo por excelencia de nuestro saber hacer. La baguete forma una parte esencial de la historia particular y la vida diaria de todos los franceses, presente desde el desayuno a la cena en todos nuestros hogares».
Cuatro años después, la Unesco ha concedido ese título muy particular a la barra de pan de la tradición nacional francesa.
Más allá de la gloria, esa consagración internacional de la llega en un momento nacional muy oportuno. Durante los años 50 del siglo pasado, en Francia (68 millones de habitantes) había unas 50.000 panaderías. Hoy, solo quedan 30.000. Elemento capital de la dieta francesa, la baguete también está sufriendo de los efectos secundarios de la crisis energética mundial.
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Oficialmente, desde hace dos años, el precio de la baguete normal es de 80 céntimos de euro. Sin embargo, todas las panaderías ofrecen una gama muy amplia de baguetes: «tradicional», «con nueces», «con cereales», «aromatizada», entre otras, con precios que van de 1,10 a 1,80 euros. Ante el aumento de los precios de la energía y los cereales, la CNBPF lleva días anunciando que muchos panaderos piden el aumento del precio oficial de la baguete clásica de base. Tras la consagración, en la Unesco, el aumento directo o indirecto parece bastante probable.
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