Así se rescató una icónica obra en una colección de Hollywood
'Sylvie', de Öyvind Fahlström, donada al Reina Sofía, recupera su estado original con la reproducción de las nueve piezas perdidas
Madrid
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Iniciar sesiónAunque a priori parezca más complicado restaurar una obra de arte antiguo que una pieza contemporánea, no lo es. Al menos, así lo afirman en el Reina Sofía, donde esta mañana se ha presentado la restauración de una obra icónica de Öyvind Fahlström (Sao ... Paulo, 1928-Estocolmo, 1976), un artista que, según Manuel Borja-Villel, director del museo, «reinventó la pintura». Se trata de 'Sylvie' –toma el nombre de la cantante francesa Sylvie Vartan–, realizada en 1965 y formada por dos planchas de madera y metal forradas con papel y tela pintadas con témpera, vinilo y elementos imantados. Hizo diez versiones de esta pieza. El artista inventó las 'pinturas variables', que se pueden construir y deconstruir gracias a unos imanes. Una especie de Frankenstein artístico. Constan estas pinturas de 'manuales de instrucciones' con las distintas posiciones que pueden tener.
La pieza fue adquirida por el productor de Hollywood y coleccionista Frank Konigsberg, que vivía en Los Ángeles. Sharon Avery-Fahlström, presidenta de la Fundación Fahlström y viuda del artista (fue su asistente en los últimos años), presente en la rueda de prensa, relata que en 1981 lo llamó por si podía ver la obra. Cuál fue su sorpresa cuando le dijo que había desaparecido. En realidad, no toda la obra, pero sí nueve piezas (cinco bocas, un pañuelo, una tira de cuentas y la cabeza y el cuerpo de Sylvie, protagonista de la obra). Tras años sin tener más noticias, y ya muerto Konigsberg, consiguió ponerse en contacto con su viuda, Susanne, enferma de Parkinson. Acudió a San Diego para entrevistarse con Larry, socio de su marido. Finalmente, convencieron a Susanne de que donara la obra al Reina Sofía, pues en su estado no podría ser vendida ni expuesta.
Explica Jorge García, jefe de Restauración del Museo Reina Sofía, que durante cinco años se ha llevado a cabo una compleja investigación («ha sido larga y no ha resultado fácil») para poder devolverla a su estado original, pues apenas había documentación de la pieza. Solo se conocía una fotografía en blanco y negro en el catálogo de una galería. Finalmente, Sharon Avery-Fahlström halló una diapositiva en color, que fue decisiva. A partir de ella se digitalizaron imágenes de la obra para ampliar a tamaño real los elementos que debían reproducirse en el departamento de restauración del Reina Sofía. Para el rostro de Sylvie se usó la portada del single de la que el artista tomó la imagen de la cantante. También fue de gran ayuda las muestras de los colores que usaba Fahlström, facilitadas por su viuda. De las diez posiciones propuestas por el artista para esta obra se utilizó la sexta.
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Subraya Jorge García que «en el arte contemporáneo hay tipologías distintas y la restauración requiere mucho cuidado, mucha investigación; valorar, analizar los materiales...» De hecho, ni siquiera los propios artistas saben cómo se conservarán con los años los materiales que han usado. La sala de restauración se halla en la cuarta planta del museo, cuyas salas de exposiciones se hallan cerradas por falta de personal de vigilancia, como ha publicado ABC. En total, son 59 (toda la planta cuarta y la A0). Borja-Villel, que sigue sin soltar prenda sobre si optará de nuevo a la dirección del Reina Sofía, dice que hoy mismo le ha comunicado el gerente que ya se ha aprobado el presupuesto para contratar a 40 vigilantes temporales (para exposiciones) y 109 (para la colección) antes de fin de año, a la espera de las 136 nuevas plazas de personal laboral fijo para vigilancia y atención en salas de museos que tendrá en 2023.
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