El Patrimonio español recupera dos Sorollas que salieron del país tras la Guerra Civil

El Prado rinde homenaje al pintor en el centenario de su muerte con una muestra de sus retratos

De izquierda a derecha, Javier Barón, Javier Solana, José García-Velasco y Miguel Falomir, en el Prado ante dos retratos de Sorolla: Manuel Bartolomé Cossío (izquierda) y Francisco Giner de los Ríos Museo del Prado

Natividad Pulido

Madrid

21/12/2022 a las 15:57h.

En 2009 el Prado santificó a Joaquín Sorolla con una espléndida antológica que reunió un centenar de trabajos, incluida la mayoría de sus obras maestras. Con aquella exposición quedó claro que forma parte, por derecho propio, del panteón de ilustres pintores españoles. Trece ... años después se suma a la conmemoración del centenario de su muerte con un homenaje, centrado en su producción retratística, en la que alcanzó una gran maestría. Y es que precisamente un retrato, el de Manuel Bartolomé Cossío, es la última incorporación a la colección del pintor en la pinacoteca.

Fue adquirido este año en una venta privada en París. Sus propietarias, cuatro bisnietas de Cossío. El Prado pagó por él 80.000 euros, muy por debajo de su precio de mercado. En la misma venta, la Fundación Giner de los Ríos adquirió por 25.000 euros, con la ayuda de la Fundación Juan Entrecanales de Azcárate, otro retrato de Sorolla, en este caso del fundador de la Institución Libre de Enseñanza, Francisco Giner de los Ríos. Ambos retratos han sido restaurados en el Prado.

Salieron de España tras la Guerra Civil. La familia Jiménez Fraud-Cossío los llevó a Oxford y, más tarde a París, donde se hallaban. Ahora lucen juntos en la sala 60A del museo, junto al retrato que Sorolla hizo de Aureliano Beruete hijo, quien, siendo director del Prado, creó en 1920 la primera sala dedicada al Greco. Por su parte, Sorolla pintó al fondo del retrato de Cossío 'El caballero de la mano en el pecho', del cretense. El historiador fue autor de la primera monografía del Greco, que publicó en 1908, el mismo año en que fue retratado por Sorolla. El cuadro no estuvo presente en la gran antológica del Prado en 2009, pero sí se exhibió en julio de este año en la muestra 'Sorolla en negro', celebrada en el museo del artista.

Tres retratos de Sorolla incluidos en la exposición Efe

Explica Javier Barón, jefe de pintura del siglo XIX del Prado, que Sorolla pinta a Cossío como un caballero español, con dignidad, elegancia y sobriedad. No solo rinde homenaje al Greco, también a Velázquez y a Goya. Un retrato anterior se halla en la Hispanic Society de Nueva York. José García-Velasco, presidente del Patronato de la Fundación Giner de los Ríos, no oculta su satisfacción por la recuperación de estas obras: «Pensábamos que nunca regresarían a España. Es muy emocionante que estén de vuelta en casa. Giner y Cossío son dos de los fundadores de la España moderna, de la tolerancia». Miguel Falomir, director del Prado, apunta que «sin Cossío, El Greco no estaría en el Prado». Tras el cierre de la exposición el 18 de junio de 2023, el retrato de Cossío colgará junto a 'El caballero de la mano en el pecho', del Greco.

En la sala 60, dedicada a la presentación de colecciones del siglo XIX, cuelgan retratos de Sorolla que nunca o rara vez se ven, pues suelen estar en almacenes o en depósitos fuera del museo. Algunos han sido restaurados para la ocasión. De los almacenes se ha rescatado el de Jacinto Felipe Picón, hijo del primer vicepresidente del Patronato del Prado. También, el de María de los Ángeles Beruete y Moret, condesa viuda de Muguiro. De su depósito en el Museo de Málaga procede el retrato de Ramón Piña y Millet. Junto a ellos, los de Rafael Altamira, pintado en 1886 y que se ha expuesto en alguna itinerancia, y Jaime García Banús, sobrino de Sorolla. En la sala 62A, dedicada a los retratos y autorretratos de artistas del siglo XIX, hay otros cuatro pintados por Sorolla, incluido uno adquirido este mismo año, el de Martín Rico, que cuelga desde hace unos meses.

En la producción retratística de Sorolla destaca la influencia de Velázquez. Se aprecia en los negros y grises de los retratos de Cossío y de Beruete. También hay referencias velazqueñas en dos retratos femeninos: los de María Figueroa, vestida de Menina, y la actriz María Guerrero como 'La dama boba'. En su juventud, Sorolla fue ayudante del fotógrafo Antonio García Peris. Se exhibe una fotografía del pintor, tomada por quien sería su suegro. A buen seguro aquella experiencia le valió mucho para pintar años después sus espléndidos retratos. El Prado atesora 23 obras del artista valenciano (18 son retratos) y habitualmente cuelgan en sus salas una docena de pinturas. Entre ellas, obras maestras como 'Chicos en la playa' y '¡Aún dicen que el pescado es caro!'.

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