Las obras maestras de pintura española de la Frick Collection, huéspedes de excepción del Prado

El museo neoyorquino, inmerso en una reforma y ampliación de su sede en la Quinta Avenida de Nueva York, presta, hasta el 2 de julio, nueve pinturas de Velázquez, El Greco, Murillo y Goya

Nueve obras de la Frick Collection se verán en el Prado en primavera

Dos obras de Velázquez. A la derecha, 'Felipe IV en Fraga', de la Frick Collection de Nueva York. A la izquierda, 'El Primo', del Prado Museo del Prado

En la Quinta Avenida de Manhattan, en el corazón del exclusivo Upper East Side, se halla uno de los tesoros artísticos de Nueva York. Los millones de turistas que visitan la ciudad cada año se arremolinan en los vecinos Metropolitan y Guggenheim, pero ... la mayoría pasa de largo ante un palacete neorrenacentista que acoge la Frick Collection, una de las colecciones más exquisitas y de mayor calidad del mundo. Visita obligada para los amantes del arte, es un oasis de paz, frente al estrés que supone pasear por museos descomunales y abarrotados de público como el Met.

La Frick Collection abrió sus puertas como museo en 1935. Atesora pinturas de Cimabue, Piero della Francesca, Bellini, Holbein, Rembrandt, Vermeer, Ingres..., además de esculturas, mobiliario y artes decorativas. El fundador de la colección, Henry Clay Frick (1849-1919), fue un magnate del carbón, el acero y los ferrocarriles de Pittsburgh. Se trasladó a Nueva York en 1905 y encargó su mansión al arquitecto Thomas Hastings. Allí instaló su colección de arte, concebida originariamente para decorar su casa. Hay retratos, paisajes y escenas de género, pero apenas pintura religiosa. Frick era menonita.

'San Jerónimo', del Greco. The Frick Collection, Nueva York Reuters

El legado fundacional del museo impide que las obras salgan de su sede, pero su cierre por obras de renovación y ampliación ha permitido que lo hagan de manera excepcional. Hace unas semanas, sus tres Vermeer viajaban a Ámsterdam para formar parte de la gran antológica del pintor en el Rijksmuseum. Y ahora nueve obras maestras de pintura española recalan, hasta el 2 de julio, en el Prado. El préstamo no conlleva una contrapartida económica, ni siquiera un intercambio de obras con el Prado. Los cuadros viajaron a nuestro país en tres cargueros por seguridad. El valor económico de estas nueve pinturas, cubiertas por la garantía del Estado, supera los 434 millones de euros.

Cuelgan en la sala 16A del edificio Villanueva junto a otras cinco obras del Prado, con las que guardan afinidades, como explica Javier Portús, jefe de Conservación de Pintura Española de la pinacoteca. Así, en una pared lucen dos Velázquez: el icónico 'Felipe IV en Fraga', de la Frick, se exhibe junto a 'El Primo', del Prado: el monarca y un bufón de la Corte, cara a cara. Ambos fueron pintados en el mismo lugar (Fraga, Aragón), el mismo año (1644), tienen la misma imprimación e incluso los lienzos son del mismo rollo. Retratado por Velázquez en uniforme de campaña, el rey no mira a la izquierda, como era habitual. Fue adquirido en 1917.

Del Greco se incluyen cinco cuadros: tres de la Frick y dos del Prado. 'San Jerónimo', de la colección norteamericana (vendido por la catedral de Valladolid a un marchante y considerado un retrato durante muchos años), cuelga al lado de 'Retrato de médico' (el doctor Rodrigo de la Fuente), del Prado. En ambos, el cretense recurrió a fórmulas parecidas para su representación. Su retrato de Vincenzo Anastagi, un militar italiano vinculado a la Orden de Malta (Frick Collection), es el único pintado por El Greco en el que el modelo aparece aislado, de cuerpo entero y de pie. En 'La expulsión de los mercaderes del templo' (adquirido a Aureliano de Beruete en 1909 por 120.000 dólares de la época, una fortuna) y 'La Anunciación' (Prado), El Greco hace un uso similar de los recursos arquitectónicos.

'Autorretrato' de Murillo. The Frick Collection, Nueva York Reuters

El 'Autorretrato' de Murillo fue la primera compra de pintura española que llevó a cabo Henry Clay Frick. Fue en 1904. Cuelga junto al retrato de su amigo y coleccionista Nicolás Omazur, un comerciante de origen flamenco establecido en Sevilla que reunió una importante colección del pintor. En ambos cuadros aparece un marco ovalado pétreo. Finalmente, son cuatro los Goyas cedidos por la Frick Collection: un retrato del duque de Osuna (casado con la duquesa de Benavente, fueron unos de los mejores clientes de Goya, quien pintó más de 30 cuadros para ellos); otro de un oficial (posiblemente, el conde de Teba)... 'La fragua' constituye una cima pictórica del maestro aragonés: en él hace alarde de su dominio de la anatomía y la expresión corporal. Cuando Giacometti visitó la Frick, fue el cuadro que más le llamó la atención. Se completa la muestra con dos retratos de la etapa final de Goya, que demuestran la calidad y originalidad de sus últimos retratos: uno femenino, de la Frick, pintado en 1824, año de su exilio en Burdeos (no se conoce la identidad de la modelo) y otro de Juan Bautista Muguiro, del Prado, realizado solo un año antes de su muerte.

'La fragua' de Goya. The Frick Collection, Nueva York Reuters

Fuera de sala, el visitante podrá descubrir más afinidades: 'La fragua' de Velázquez, frente a la de Goya; el 'Retrato del duque de Osuna', frente al gran retrato familiar, y 'La expulsión de los mercaderes del templo', frente a otro cuadro del mismo tema en la iglesia de San Ginés de Madrid. Excepto dos de ellos (el 'Retrato del duque de Osuna', de Goya, adquirido por el magnate en 1943 y expuesto en el Prado en 2016; y el 'Autorretrato' de Murillo, expuesto en Sevilla, no forma parte de los fondos fundacionales del museo), el resto de los cuadros no habían regresado a España desde que fueron pintados. En el caso del retrato de Vincenzo Anastagi, ni siquiera hay constancia de que haya estado alguna vez en nuestro país: probablemente, fue pintado por El Greco en Roma, antes de su llegada a España.

El director del museo neoyorquino, Ian Wardropper, comenta que la Frick, que cerró sus puertas en 2021, reabrirá a finales de 2024, tras una ambiciosa reforma llevada a cabo por Selldorf Architects: modernización de las instalaciones, un taller de conservación, salas de educación, auditorio... Además, se ganará un 25% más de espacio para exhibir sus colecciones. El coste de la construcción asciende a 160 millones de dólares. Durante el cierre del edificio, las obras de la Frick Collection se exhiben en un edificio brutalista de Marcel Breuer que ya acogió antes las colecciones del Whitney y las de arte moderno del Met.

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