Miguel Falomir sobre el ataque a las 'Majas': «Es una agresión a todos los españoles»
El director del Prado confirma que el Ministerio o el museo «se personará como parte afectada» en el proceso judicial contra los ecoactivistas
Madrid
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Iniciar sesiónEl pasado día 5 dos ecoactivistas se pegaban a los marcos de las 'Majas' de Goya en el Museo del Prado y hacían una pintada entre ambos lienzos. Fueron detenidos durante 48 horas (era fin de semana) y puestos en libertad con cargos, ... junto a otras dos personas que colaboraron con ellos. El Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid aún no ha anunciado la fecha del proceso judicial. La pintada se limpió, los cuadros se colgaron de nuevo y la sala fue reabierta, pero los marcos aún no se han restaurado. Así lo confirma Gemma García Torres, responsable de la colección de marcos del Prado. ¿Cuál es el parte de daños? «No puedo decir mucho, porque está el proceso judicial. Hemos hecho un informe interno. Tienen daños los marcos, por supuesto. Cuando dicen que no se ataca, que no se daña la obra de arte... sí se está dañando, porque el marco es parte de ella. Todo lo que tenemos dentro del museo es BIC. Y los marcos son parte de la colección artística. Se estudian como cualquier obra artística». Sobre si son graves los daños, comenta: «Para mí es grave que se ataque una obra de arte. Son daños obviamente, pero no extremos».
García Torres subraya que todos los marcos que se están atacando son de época: Luis XIII, italianos... Los de las 'Majas' son de hacia 1907-1910, «de buena calidad». Explica que el pegamento, al retirarse, «se queda en superficie. Es un pegamento de cianoacrilato. Se aplicó una emulsión grasa para despegar la mano, pero siempre algo queda». ¿Por qué no se han restaurado aún? «Bueno, de momento Dirección ha decidido que se mantengan así«. Le devolvemos la pregunta a Miguel Falomir, director del Prado. «De momento, no vamos a enterrar el cuerpo del delito. Hasta que empiece el proceso es bueno tenerlo así. Y habrá que ver. A lo mejor no está mal dejar un vestigio, ¿no?» ¿Se plantea dejarlos así? «¿Por qué no?»
«No ha habido ninguna dejación»
¿Y por qué no se ha presentado el Prado como acusación particular en el caso? «Porque lo hace ya la Fiscalía. Primero tiene que ser el juez quien te llame. Nosotros presentaremos todo lo que tengamos que presentar» [incluidos todos los gastos de la limpieza de la pared, las horas extra de los trabajadores del Prado y lo que cueste la restauración de los marcos cuando se haga]. Interviene el director de comunicación del museo, Carlos Chaguaceda, para aclarar que «cuando los hechos suceden en un edificio público, 'in fraganti', actúa la policía y la Fiscalía lo lleva a un tribunal, el museo no tiene que hacer nada. No ha habido ninguna dejación».
Falomir retoma la palabra: «Por supuesto que nos vamos a presentar». Pero, ¿como testigos o como acusación? «No sabemos si nos corresponde a nosotros o es la Abogacía del Estado, el Ministerio, el que tiene que actuar. Pero desde luego que el Ministerio o el museo se personarán como parte afectada, sin ningún género de dudas. Apareceremos como afectados, pero en el momento en que el juez abra el proceso». Algunos partidos políticos están reclamando que se endurezcan las penas y se incrementen las multas en los casos de daños al patrimonio artístico. ¿Está de acuerdo? ¿Cree que la ley actual es suficiente? «No sé, supongo que depende mucho de cuál sea el grado de daño, el modo como se ha perpetrado... Eso corresponde a las autoridades judiciales. Creo que es suficiente la ley actual. Es un problema de opinión pública. Este no es el procedimiento para defender una causas que pueden ser más o menos legítimas. No tiene por qué ser el patrimonio artístico, que es de todos los españoles, el que pague».
«Se está criminalizando a los museos. Es bastante cobarde la actitud por parte de estos agresores»
Miguel Falomir
Director del Prado
¿Cómo se valora el daño de los marcos de las 'Majas' en ese informe del museo? «El daño que se ha hecho no es particularmente grave, pero evidentemente es muy grave desde otros puntos de vista. No todo se puede medir en términos estrictamente materiales. Para empezar, ha sido una agresión a una obra de arte, porque el marco es parte integral de la obra de arte. Se compone de una pintura y de un marco. Es una agresión a todos los españoles, porque es patrimonio de todos. Simplemente por el hecho de señalar al arte como culpable, se está criminalizando a los museos. Es un daño muy grande, probablemente mucho más grave que el que han sufrido puntualmente estos marcos. Los museos son instituciones culturales. Es muy fácil agredirlas y bastante cobarde la actitud por parte de estos agresores. Hay un daño, no sé si es mensurable judicialmente o no, pero sí me parece que debiera ser censurable desde el punto de vista de la opinión pública. Y lo que veo deja bastante que desear. España es el único país donde se han entrevistado a los agresores en los medios de comunicación. Esta gente actúa única y exclusivamente movida por la publicidad que obtienen sus actos».
Para Andrés Úbeda, director adjunto del museo, «el deterioro de un marco implica el deterioro de la obra de arte. Así lo entendemos en el Prado, donde dedicamos mucho esfuerzo, talento y dinero a la conservación de los marcos, parte consustancial de la obra de arte».
La pintura original
Con los añadidos del siglo XVIII
El Prado atesora una amplia y heterogénea colección de marcos, desde el siglo XIII hasta el XX. Son objetos de valor en sí mismos, aunque suelen verse como secundarios y meramente decorativos. Explica Miguel Falomir que «hay un marco oficial, el más recurrente del museo, mal llamado 'marco Mengs', de época de Carlos III. La última gran renovación de marcos en la Colección Real fue con este monarca. En el museo los hay de todo tipo, buenos y malos. Hay pocos antiguos». Gemma García defiende que «el marco no es solo parte de una obra de arte o un elemento decorativo, muchas veces es una obra de arte. Es inseparable del lienzo o la tabla. Una ventana a la que asomarnos». El Prado ha apostado por estudiar a fondo su colección de marcos.
En 2019 se puso en marcha el proyecto 'Enmarcando el Prado', con el apoyo de la American Friends of the Prado (los amigos del Prado en Estados Unidos) y el patrocinio de la Fundación American Express. Gracias a este proyecto ya se han cambiado los marcos de 'Las hilanderas', de Velázquez; de 'Hipómenes y Atalanta' de Guido Reni... En el caso de la obra maestra velazqueña se ideó un sistema de enmascaramiento que no dañara la obra. Consiste en una estructura panelada que ocultara los añadidos posteriores y sobre ella un falso marco. Ahora le toca el turno a 'Mercurio y Argos', una de las últimas obras que pintó Velázquez. Flanqueada por 'Las hilanderas' y 'Marte' en la sala 15 A del Prado, luce un marco de nueva fabricación, similar al que tiene 'El caballero de la mano en el pecho', del Greco. Reproduce un marco español de entre finales del XVI y mediados del XVII.
De madera de pino, en negro y dorado al agua, sobrio y elegante, ha sido realizado por el artesano José Manuel García y ha costado 15.000 euros. Oculta los añadidos del siglo XVIII, dejando a la vista solo lo pintado por el maestro sevillano. Este cuadro decoró el Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid, junto con otras tres pinturas mitológicas de Velázquez, destruidas en el incendio de 1734: 'Apolo desollando un sátiro', que era de las mismas dimensiones y actuaba, al igual que 'Mercurio y Argos' como entreventana; 'Adonis y Venus' y 'Psique y Cupido', algo menores. Solo se salvó de las llamas 'Mercurio y Argos'.
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En el siglo XVIII se le añadió una banda de unos 25 centímetros en su parte superior y otra de unos 10 centímetros en la inferior, ya en el Palacio Real. En una pantalla en la sala, junto al cuadro, se aprecian perfectamente las bandas añadidas. Hay muchos cuadros en el Prado cuyo tamaño original fue ampliado con el tiempo. Entre los próximos que volverán a verse en 'versión original' no hay de momento ningún otro Velázquez. Sí cambiará de marco 'El Cid', de Rosa Bonheur.
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