Esplendor en Sa Torre Cega
Los jardines escultóricos de la Fundación Bartolomé March en Cala Ratjada, restaurados por completo, vuelven a abrir sus puertas al público
La localidad mallorquina de Cala Ratjada, ubicada en el municipio de Capdepera, vivió ayer una jornada llena de emoción para los amantes del arte, con motivo de la reapertura de los jardines escultóricos de la Fundación Bartolomé March de Sa Torre Cega, restaurados por completo tras los graves destrozos ocasionados por el temporal que azotó toda la isla de Mallorca en el mes de noviembre de 2001. El vendaval provocó entonces importantes daños en los árboles y en las esculturas de los jardines, que ahora han recuperado el esplendor que habían tenido y mantenido a lo largo de las últimas décadas.
El acto oficial de ayer contó con la asistencia de Sus Majestades los Reyes, así como con la presencia de los principales representantes políticos de Baleares, entre ellos el presidente del Gobierno autonómico, Francesc Antich, y el alcalde de Capdepera, José Andrés Gallego. Entre las personalidades de diferentes ámbitos que asistieron igualmente a este evento se encontraban, entre otras, el presidente de la Fundación Bartolomé March, Luis Alberto Salazar-Simpson; el presidente de la Fundación Banco Santander, Antonio Escámez Torres; el presidente de honor de Vocento, Santiago de Ybarra, y su esposa, Mercedes Baptista; Maritín Cencillo, viuda de Bartolomé March, y otros representantes de la familia.
Coincidiendo con la restauración de los jardines y de las obras escultóricas instaladas desde hace medio siglo en el lugar, se ha preparado en la misma finca la exposición «Abstracción y paisaje en Cala Ratjada», que podrá visitarse desde hoy lunes hasta el próximo 22 de agosto. Esta muestra reúne 20 piezas de artistas de la talla de Antoni Tàpies, Josep Guinovart, Antonio Saura, Manuel Hernández Mompó o Gerardo Rueda, entre otros. Una decena de obras de dicha exposición han sido aportadas por la Fundación Banco Santander. Los orígenes de Sa Torre Cega —La Torre Ciega— se remontan al siglo XVI, cuando esta construcción militar de vigía formaba parte del entramado
defensivo de Cala Ratjada. El nombre con el que esta torre ha sido conocida siempre tiene relación con el hecho de que era la única que no era visible desde otras atalayas próximas.
Fueron pasando los siglos y este espacio mantuvo su importancia y relevancia como punto de referencia en la zona. Finalmente, los terrenos fueron adquiridos en 1915 por Juan March Ordinas y por su esposa, Leonor Servera Melis, por su gran amor hacia este hermosísimo enclave de Mallorca. Un año después, se encargaría al reconocido arquitecto Guillermo Reynés el proyecto de creación de la villa de recreo familiar de Sa Torre Cega, considerada de estilo regionalista, muy en boga en la isla balear a principios del pasado siglo.
En los años sesenta, la propiedad pasó a manos de don Bartolomé March Servera. Fue en esa etapa cuando fueron reconvirtiéndose los jardines poco a poco, hasta acabar con la configuración con la que los conocemos ahora, debida al gran paisajista inglés Russell Page. Una vez concluida dicha remodelación, Bartolomé March decidió abrir estos jardines al público, para que los que lo deseasen pudieran disfrutar de la gran colección de escultura contemporánea presente en diversos puntos de su recorrido, en los que pueden contemplarse obras tanto figurativas como abstractas de Martín Chirino, José Manuel Alberdi, César Montaña, Juan de Ávalos o José María Sirvent, entre otros.
Las esculturas más afectadas por aquel histórico vendaval que azotó Mallorca hace ya casi una década han sido cuidadosamente restauradas, y hoy Sa Torre Cega puede volver a ser el punto de encuentro que ha sido a lo largo del último siglo, en donde el arte y la naturaleza se dan cita en perfecta combinación, de una forma armoniosa y bella.
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