Las 30 artistas a las que ayudó Peggy Guggenheim (más una a la que desearía no haber ayudado nunca)

Peggy Guggenheim, mujer de rompe y rasga, abrió Guggenheim Jeune, su primera galería, en Londres, en 1938, pero el estallido de la II Guerra Mundial hizo que se trasladara a Estados Unidos. En 1942, inaugura galería en Nueva York, Art of This Century, que mantiene abierta hasta 1947. Se hallaba en el 37 de la calle 57 Oeste. Fue muy rompedora, poco convencional: paredes curvas, pinturas sin marco, obras que parecían flotar... Encargó el mobiliario y el diseño interior al arquitecto austriaco Frederick Kiesler. Templo de la modernidad neoyorquina, era un híbrido entre galería de arte y museo, pues, además de organizar exposiciones, exhibía su propia colección. Tenía un espacio dedicado al surrealismo, otro a la abstracción y un tercero al arte cinético.

Entre las muestras organizadas por la marchante y mecenas, destaca 'Exhibition by 31 Women', una de las primeras en Estados Unidos centrada en exclusiva en las mujeres artistas, que se inauguró en 1943. Fueron seleccionadas por un jurado, en el que se hallaban nombres como André Breton, Max Ernst y Marcel Duchamp. Siempre supo rodearse de los mejores. Tuvo muchísima repercusión y un gran éxito. La Fundación Mapfre se inspira en aquella mítica exposición en una de las plantas de su sede en Madrid. No hay ninguna de las obras expuestas entonces, pero sí trabajos de las 31 artistas, procedentes todos ellos de la colección Jenna Segal, una empresaria que en 2020 comenzó a adquirir obras de las mujeres incluidas en aquella histórica muestra.

No es, pues, una recreación como tal, aclara su comisaria, Patricia Mayayo, sino más bien 'revisitar', 'reinterpretar' aquella muestra, hacer un relato sobre ella. Debido a la escasa documentación en la época (sin fotografías de las obras y sin títulos o con títulos en ocasiones muy vagos), resulta difícil identificar, salvo alguna excepción (como 'Desayuno con pieles', de Meret Oppenheim), cuáles fueron las obras seleccionadas por Guggenheim en '31 mujeres'.

Pero, ¿quiénes fueron las artistas elegidas? Muchas de ellas frecuentaban las reuniones que organizaba la mecenas en su residencia neoyorquina, el no va más de la época. Las había vinculadas con el surrealismo, uno de los movimientos más aperturistas a las mujeres. Las menos, con la abstracción. El expresionismo abstracto norteamericano, liderado por Pollock, Rothko y compañía, tenía demasiada testosterona. En la lista hay creadoras muy conocidas. Es el caso de Frida Kahlo, Dorothea Tanning, Leonora Carrington, Meret Oppenheim, Leonor Fini, Maria Helena Vieira da Silva... Las había que eran esposas o parejas de artistas famosos. Es el caso de Jacqueline Lamba (se divorció de André Breton), Kay Sage (esposa de Yves Tanguy), Sophie Taeuber-Arp (mujer de Jean Arp)... Louise Nevelson fue asistente de Diego Rivera. Pero la mayoría de ellas, que exponían por vez primera, nos resultan desconocidas.

Algunas tienen unas biografías apasionantes. Como la baronesa alemana Elsa von Freytag-Loringhoven, que estuvo en el círculo dadaísta y mantuvo una relación complicada con Duchamp. De hecho, algunas teorías apuntan a que fue ella la autora intelectual de la 'Fuente', el célebre urinario de Duchamp. Suzy Frelinghuysen, además de pintora (reinventa el cubismo), era soprano. Y Gypsy Rose Lee, actriz, vedete y artista de 'estriptis intelectual'. La más feminista y cercana a la abstracción es Buffie Johnson, de quien se exhibe un fragmento del mural que pintó para decorar el Astor Theatre de Nueva York.

Peggy incluyó entre las 31 mujeres a su hermana, Hazel McKinley (más conocida como coleccionista y promotora de arte que como artista), y a su hija, Pegeen Vail. No era cuestión de nepotismo. Creía en el talento de ambas. Madre e hija mantuvieron una relación muy complicada. Pegeen acabó suicidándose. Tal vez Peggy debió arrepentirse de haber incluido a Dorothea Tanning, pues Max Ernst, por entonces marido de la marchante, acabó dejándola por ella y se casaron. Cuentan que Peggy dijo en alguna ocasión que se arrepentía de no haber expuesto solo a 30 mujeres, pues le costó el matrimonio.

Explica la comisaria, en un recorrido por la exposición con ABC, que la intención de la mecenas al organizar esta muestra era «reivindicar la calidad de la obra de estas mujeres, visibilizarlas, dejar de estar a la sombra de sus maridos». Quería demostrar que la capacidad creativa de las mujeres no se limitaba a la vena decorativa. De ahí que presentase el trabajo de estas 31 mujeres como artistas independientes, alejadas del papel de musas o modelos. Hay quien la sitúa como una de las pioneras del feminismo.

El recorrido se divide en cuatro secciones: autorretratos (reclaman estas artistas su independencia y afirman su identidad), la presencia de lo siniestro en sus trabajos, bestiarios (Frida Kahlo se mimetiza con un venado, Leonor Fini estaba obsesionada con las gatas, Leonora Carrington tenía el caballo como alter ego) y la abstracción. La muestra se cierra con una galería fotográfica de las 31 mujeres y la red de relaciones y conexiones personales y profesionales entre ellas. «No estaban aisladas, colaboraron entre ellas, se alimentaban unas de otras», apunta Mayayo. Tres años después, en 1945, Peggy Guggenheim organizó en su galería neoyorquina otra exposición monográfica de mujeres artistas, 'The Women', pero sin el éxito y repercusión de la primera.