El Reina Sofía recibe en dación un «Retrato de Dora Maar», de Picasso
Caja Madrid mantiene su activa política de daciones por pago de impuestos con este nuevo picasso, que se suma a las 294 obras del artista que tiene el Reina Sofía
MADRID. Aunque parecía que el Reina Sofía ya había dado por cerrada la «Operación Picasso» (la colección del artista malagueño en el museo cuenta con 28 pinturas, 4 esculturas, 64 dibujos y 198 grabados) para centrarse en otros artistas (Miró, con 577 obras; o Gris, ... con 35), Pablo Picasso sigue siendo «el deseado» de cualquier museo o colección privada. Una de las últimas incorporaciones al CARS del artista malagueño fue «Cabeza de mujer (Fernande)», considerada la primera escultura cubista de la historia y también entregada en dación (fórmula prevista por Hacienda para pagar impuestos con obras de arte) por Caja Madrid en 2002, junto a seis obras de Gris y un mir. El precio de las ocho piezas fue de 13,5 millones de dólares.
No es de extrañar, pues, que sea otro picasso el nuevo inquilino del museo. Sobre todo teniendo en cuenta el especial interés de Carmen Calvo por este artista, el primero en superar la barrera de los cien millones de dólares en el mercado. Ella abanderó la gestación del Museo Picasso de Málaga y ha encargado a su ex directora, Carmen Giménez, el comisariado de una muestra conjunta en el Prado y el Reina Sofía sobre los 25 años de la recuperación del «Guernica».
La mujer que llora en el «Guernica»
Tras la dación del «Calvario» de Juan de Flandes al Prado por 7 millones de euros a comienzos de este año, la ministra tenía la intención de que el Reina Sofía recibiera otra importante dación. Dicho y hecho. Caja Madrid prosigue su activa política de daciones con un «Retrato de Dora Maar» para el Reina Sofía, adquirido en una galería de arte suiza por 3,8 millones de euros. Realizado en 1939, pertenece a la treintena de retratos que Picasso hizo a su entonces amante, la fotógrafo Dora Maar, a la que conoció en 1936 y que sirvió como modelo para «la mujer que llora» del «Guernica». Además, ella fue quien inmortalizó con su cámara el proceso creativo del mítico cuadro.
Se suma, así pues, a la colección de piezas que atesora el museo relacionadas con el «Guernica» (bocetos y estudios preparatorios, fotografías de su realización, retratos de Dora Maar...) Ya en 1998 el Ministerio de Cultura adquirió un «Retrato de Dora Maar de tres cuartos» por 3,3 millones de francos en una subasta realizada en la sala Piassa y Mathias de París. Se ofrecía el legado de la musa picassiana bajo el lema «Los picassos de Dora Maar». Un conjunto de piezas de gran valor económico, pero sobre todo sentimental, pues nunca se deshizo de ellas en vida. Permanecieron en su apartamento hasta su muerte, a los 90 años.
Pero, ¿quién era realmente Dora Maar? Aunque fueron muchas las mujeres en la vida de Picasso, apenas media docena dejó en él una profunda huella: Fernande Olivier, Olga Kokhlova, Marie-Thérèse Walter, Françoise Gilot, Jacqueline Roque y Dora Maar. Ésta se llamaba en realidad Théodora Markovic (Tours, 1907-París, 1997). Hija de un croata y una francesa, se educó en Buenos Aires. Pintora y fotógrafo se relacionó con buena parte de la intelectualidad de la época (Eluard, Brassaï, Breton...), además de ser amante de Georges Bataille.
Durante ocho años (1936-1944) mantuvo una tormentosa relación con Picasso. Como les ocurrió a casi todas las musas de Picasso, nunca le olvidó. «Después de Picasso, sólo hay Dios», decía Dora Maar. La mujer seducida y abandonada por el Minotauro, la mujer que llora en el «Guernica», murió, rodeada de sus recuerdos, en 1997.
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