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Recuperan la talla de un retablo barroco que fue quemado durante la Guerra Civil

La pieza fue rescatada por una vecina de la localidad tarraconense de Cornudella de Montsant

Campanario de la iglesia de Cornudella

Efe

La localidad tarraconense de Cornudella de Montsant ha recuperado una pequeña escultura de un arcángel del retablo barroco de su iglesia. La pieza, que fue quemada por unos milicianos durante la Guerra Civil , fue rescatada por una vecina de la localidad, cuya familia la ha conservado durante más de 80 años. Así lo ha explicado a EFE María Elena Morato, la nieta de la mujer que rescató la obra de arte, llamada María Aragonés.

La estatuilla permaneció oculta en la casa de Cornudella hasta que, en los años 70, el hijo de Aragonés, el pintor Josep Maria Morató (Reus, 1923 - Barcelona, 2006), se la llevó a su vivienda en la capital catalana. Durante todo este tiempo, la figura estuvo colgada en una pared encima de una puerta sin que llamara la atención de nadie al estar «en una casa que parecía un museo, llena de curiosidades de los viajes de mi padre, de antigüedades, libros y arte», comenta Maria Elena Morató.

Sin embargo, el año pasado «cerramos la casa y al preguntarle a mi madre por la figura, y me explicó que venía de Cornudella y que la había salvado mi abuela, aunque sabía muy pocos detalles», comenta Morató. Tras conocer el origen de la talla, la familia decidió restituir la escultura a su lugar original porque «era un gesto que teníamos que hacer», marcado también como «responsables del legado documental de mi padre, muy vinculado a Cornudella».

Maria Elena Morató devolvió el arcángel al mosén Miquel Castillejo como representante de la parroquia de Santa Maria en un acto privado, al que asistió la conservadora de patrimonio Meritxell Cardona, también vecina de Cornudella, quien la restauró desinteresadamente . «Es el único vestigio, que sepamos, del espléndido retablo original quemado», y aunque se desconoce el lugar que ocupaba esta escultura, «por la finura de su ejecución, debía estar en un tramo inferior del altar o en las tronas», estima la restauradora.

El arcángel mide 38x25x23 centímetros y el soporte es una pieza de madera decorada con policromía de oro y pintura estofada . La conservadora cree que «la arrancaron haciendo palanca desde la cabeza hacia adelante, lo que rompió el pie más avanzado, ya que reposaba anclada por la base».

También le falta el ala derecha y presentaba erosiones en el hombro de ese lado, probablemente producidos al lanzarla al suelo o a la hoguera y estaba ennegrecida por el calor y el humo. A pesar de todo, la pieza se encuentra en «un buen estado de conservación», seguramente por «las idóneas condiciones ambientales durante los 80 años de custodia de la familia y la nula intervención sobre la pieza original».

El arcángel ya restaurado se entregó a la parroquia de Santa María tras la celebración de la misa de la Fiesta Mayor, el 19 de agosto y Morató revela que «me sentí emisaria de mi abuela, a la que no llegué a conocer».

Ahora, se estudia dónde colocar la talla recuperada, de modo que también sirva para aproximar a los vecinos la historia del municipio, señala Meritxell Cardona.

La familia y la conservadora de patrimonio piden que, si alguien conserva documentación o posee información sobre el retablo quemado, lo comunique al correo electrónico arxiumoratoaragones@gmail.com .

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