El Museo del Prado se muda al metro de Shanghái

Lo peor de todo es que no se sabe cuándo se reabrirán las fronteras de China, que mantiene una férrea política de ‘Covid 0’. La aparición y rápida propagación de la nueva variante Ómicron no ha hecho más que reforzar su blindaje y, además, el régimen chino tiene en el horizonte tres importantes eventos que le obligan a endurecer aún más sus restricciones. Para empezar, Pekín acoge en febrero los Juegos Olímpicos de Invierno y en octubre celebrará el XX Congreso del Partido Comunista , en el que Xi Jinping se perpetuará en el poder. Pero su continuidad como presidente de la República Popular no se oficializará hasta la Asamblea Nacional que tendrá lugar en marzo de 2023, lo que hace temer a los más pesimistas que las fronteras chinas sigan cerradas hasta después de esa fecha.

A la espera de que los viajeros chinos vuelvan a salir, el resto de países continúa con sus promociones turísticas y España no es una excepción. Mientras llegan, museos como el Prado salen a su encuentro y mudan sus salas a su ciudad más moderna y cosmopolita: Shanghái . En concreto a su abarrotado metro , que desde el 6 de noviembre acoge una exposición con 29 de sus cuadros más importantes. Instalada en un pasillo de 810 metros cuadrados de la salida 2 de Longhua Central, cerca de la Concesión Francesa, la muestra exhibe reproducciones a tamaño real de obras como ‘Las Meninas’, ‘La maja vestida’ y ‘El hombre con el mano en el pecho ’.

«La idea es reproducir una sala del Museo del Prado en el corazón de la ciudad», explica a ABC Inma González Puy, directora de la Biblioteca del Instituto Cervantes en Shanghái, que organiza la muestra junto a la Embajada de España, AECID y Turespaña. Para ofrecer a los visitantes la experiencia más parecida a recorrer la pinacoteca nacional , se han cuidado al máximo todos los detalles. «Desde el Museo del Prado nos enviaron muestras de color para que las reproducciones realizadas aquí en un taller profesional fueran lo más fidedignas posible. Incluso las molduras, que son de madera, son similares a las del Prado. Y hasta hemos imitado la iluminación para que se asemejara al interior de una sala del museo», desgrana González Puy. A su juicio, «el objetivo es que los visitantes se queden fascinados con los tesoros del Prado y que muy pronto puedan viajar a España para ver las obras originales en Madrid».

Para ello, se han elegido 29 cuadros no solo de los principales maestros de la pintura española, como Velázquez, Goya o El Greco, sino también italiana y flamenca. Entre ellas destacan el famoso retrato ecuestre de ‘Carlos V en la batalla de Mühlberg’, de Tiziano, una copia de la ‘Mona Lisa’ del Taller de Leonardo Da Vinci, un autorretrato de Durero, ‘La Vista’, de Jan Brueghel El Viejo y Rubens, y ‘La familia del pintor’, de Jacob Jordaens.

Pero, reproducidos a su impresionante tamaño natural, son los grandes cuadros de los maestros españoles los que hacen las delicias del público, que se queda extasiado ante ‘Las meninas’, ‘La rendición de Breda’ y ‘Los borrachos' de Velázquez , así como ante ‘La maja vestida’, ‘El quitasol’ y ‘El invierno’, de Goya . Por su belleza, el retrato de la ‘Condesa de Vilches’, de Federico de Madrazo, es la obra ante la que más se retratan los visitantes junto a la figura de cartón de una menina en la que pueden meter su cara frente a esta maravilla de Velázquez. «Llevamos ya casi dos años sin salir de China y, en cuanto podamos viajar al extranjero, iremos a España, entre otras cosas para que mi familia vea estas obras originales», dice el señor Zhang, a quien su hija de 7 años lleva de la mano de cuadro en cuadro pensando que son las auténticas.

Para ganarse al público local, la exposición hace un guiño a China a través de la porcelana de exportación . «En tres de los cuadros que se pueden ver aquí hay piezas de esa porcelana, que salieron de China y estaban muy de moda en Europa durante el siglo XVI y XVII», detalla González Puy. Dicha conexión con el público chino también se consigue con los vídeos de un recital del famoso pianista Lang Lang en el Prado y de la exposición que allí protagonizó el artista Cai Guo-qiang entre 2017 y 2018.

Gracias al carácter didáctico de la muestra, profesores españoles de Historia en Shanghái, como Rafael Martín Rodríguez, de la prestigiosa Universidad de Fudan, llevan a sus alumnos hasta esta estación para darles una clase artística sobre el terreno.

Para que los visitantes puedan conocer a fondo las obras y la rica colección del Prado, la exposición no solo ofrece los habituales carteles explicativos, sino también un código QR que se escanea con la popular aplicación WeChat y abre en el móvil un recorrido por el museo.

Habilitada por Turespaña, dicha audioguía se ha visto completada por una retransmisión en directo de dos «influencers» chinas desde el Prado que tuvo más de 1,2 millones de visionados en las redes sociales. « Aportamos el contexto del destino turístico y explicamos el Paisaje de la Luz en Madrid, reconocido recientemente como Patrimonio Mundial por la Unesco, para que el turista chino asocie el Prado con el valor simbólico de la Ciudad Prohibida, que es su tesoro nacional», señala con entusiasmo María Llinares, directora de la Oficina de Turismo de la Embajada de España en Pekín.

Aunque la aparición de nuevas variantes del coronavirus obliga a ser cautos sobre la vuelta de los turistas chinos, Llinares destaca la «enorme demanda acumulada y el excelente posicionamiento de España, donde los viajeros de este país tienen la estancia más larga en comparación con otros mercados competidores».

Para que sigan las ganas de acudir a España cuando la pandemia lo permita, insiste en la necesidad de actos promocionales como esta exposición en el metro de Shanghái, que está teniendo mucho éxito . Buena prueba de ello es que se va a alargar hasta el 28 de febrero y, además, ha despertado el interés de otras grandes ciudades chinas, como Pekín, Cantón (Guangzhou) y Chengdu, que también quieren una sala del Prado en sus respectivos met ros.