El Prado exhibe el último Velázquez que ha incorporado a su colección

Jordan adquirió el cuadro hace 29 años en una subasta en la casa Phillips de Londres por mil libras , como relataba en una entrevista con ABC el pasado mes de diciembre. Estaba atribuido al círculo de Justus Sustermans. Pero él estaba convencido de que se trataba de un Velázquez. «Había algo en el cuadro que me hizo pensar en el joven Velázquez ». Se lo enseñó en 2012 en su casa de Dallas a Miguel Zugaza y Gabriele Finaldi, entonces director y director adjunto del Prado. Tres años después fue llevado al Prado para su estudio. Se confirmó la autoría velazqueña . Jordan demostró tener muy buen ojo. Guarda similitudes con otros primeros retratos del artista sevillano, como el de Felipe IV del Metropolitan y el del Conde-Duque de Olivares de la Hispanic Society. Dentro de unos meses pasará a exhibirse en las salas de Velázquez.

De momento, cuelga junto a otras dos obras del pintor («El Infante don Carlos» y «Felipe IV») y un «Retrato de Felipe III con armadura», de Pedro Antonio Vidal. Frente a ellos, un Tiziano del Prado que acaba de ser restaurado por Elisa Mora con el patrocinio de la Fundación Iberdrola España . Se trata de «Felipe II ofreciendo al cielo al Infante don Fernando» . No es una mera coincidencia. Este lienzo colgó junto a la desaparecida «Expulsión de los moriscos» de Velázquez en el Salón de Espejos del Alcázar. Un Velázquez recién llegado a la Corte, que no llegó a conocer a Felipe III, ganó un concurso para hacer este cuadro de historia protagonizado por el monarca. Se enfrentaba a Carducho, Cajés y Nardi.

Los reyes de la época tenían la costumbre de escoger un cuadro que simbolizara su reinado . Así, Carlos V eligió su retrato a caballo en la batalla de Mühlberg, pintado por Tiziano. Y su hijo Felipe II hizo lo propio con otro Tiziano, el que el Prado acaba de restaurar. Un lienzo que conmemoraba dos hechos que ocurrieron en 1571 de gran relevancia para el monarca: la victoria de Lepanto y el nacimiento de su heredero, el Infante don Fernando. Se quiso igualar el tamaño de este cuadro con el de Carlos V, por lo que le pidieron a Carducho que lo ampliara 30 centímetros de alto y 70 de ancho . Al igual que ocurrió con «Las Hilanderas», de Velázquez, cuando acabe esta exposición se ocultarán los añadidos de Carducho.

El Prado se sumará este mes a los actos del World Pride Madrid con un itinerario muy especial, «La mirada del otro: escenarios para la diferencia» . Un repaso a la historia del arte a través de la homosexualidad y los artistas que sufrieron discriminación. También ha organizado un curso para profesores , «Amores iguales: cuestiones de identidad, orientación y género a través del arte» (17 de junio), así como conferencias («Masculinos y clásicos. Homoeróticos en la colección del Prado», a cargo de Juan Antonio González, y «De la atracción consciente al deseo inconfesable: la fascinación por lo masculino en los pintores académicos del siglo XIX», que pronunciará José Luis Díez).