Una pintura de Goya no encuentra comprador en una subasta en Madrid

No es un descubrimiento, pues este óleo sobre lienzo, que se halla en buen estado de conservación , es ya un viejo conocido y está perfectamente documentado . En 1951 el marqués de Lozoya dio a conocer la obra en su artículo 'Dos Goyas inéditos de tema religioso' y, desde entonces, la han recogido en publicaciones especialistas como Pierre Gassier, Juliet Wilson-Bareau, José Gudiol o Camón Aznar, entre otros. En 2012 formó parte de la exposición 'Goya y el Infante don Luis: el exilio y el reino' en el Palacio Real de Madrid, comisariada por Francisco Calvo Serraller , previo paso por los talleres de restauración del Prado. De 2013 a 2018, el cuadro se exhibió en el Museo Goya de Zaragoza en régimen de comodato. Perteneció a la Colección Rosillo y, por descendencia, a una colección particular de Madrid, actual propietario.

El Goya es inexportable . La Comunidad de Madrid inició el expediente para ser declarado Bien de Interés Cultural, pero sus propietarios decidieron llevarlo durante cinco años a Zaragoza. Al salir fuera de la Comunidad de Madrid, el expediente quedó sin concluir. Pero desde que comenzó a incoarse dicho expediente la obra ya estaba protegida y era inexportable. En la página web de la sala de subastas figura ya como BIC , aunque otras fuentes aseguran que lo será en unos días.

En 2011, y gracias a la solicitud de un permiso de exportación temporal, la galería Caylus de Madrid lo exhibió en su estand de Tefaf , la feria de arte de Maastricht (Holanda). Tenía entonces una estimación de entre 4 y 4,5 millones de euros.

El Ministerio de Cultura ejerció su derecho de tanteo en esta misma sala en 2003 con otras dos obras de Goya , que el Estado adquirió para el Prado por 1.750.000 euros cada uno: 'Tobías y el ángel' y una 'Sagrada Familia'. Eran también de tema religioso e igualmente inexportables. Además, esta misma sala ha vendido al Prado algunas cartas de Goya a Martín Zapater.

Como buen aragonés, Goya pintó a la Virgen del Pilar en varias ocasiones: un pequeño lienzo del Museo de Zaragoza y un dibujo del 'Cuaderno italiano'. Recibió el encargo de decorar la bóveda del Coreto del Pilar en 1772. Rogelio Folgueras, presidente de Alcalá Subastas, subraya que es « un Goya impactante , muy cromático, de una fuerza e impacto visual tremendos. Y su autoría es incontestable». Se relaciona con algunos cartones para tapices del pintor, pero no se sabe si lo pintó en Zaragoza.

Se describe así el cuadro en la web de Alcalá Subastas: «En la obra que presentamos Goya sitúa a la Virgen del Pilar delante de un gran halo sobrenatural que ilumina la escena en el centro de la composición y rodeándola al apóstol Santiago y sus discípulos. El apóstol vestido con una túnica y capa de vivos colores en verde y rojo con el báculo de peregrino y las veneras y los discípulos con ropajes de apagado cromatismo. Las expresiones de aturdimiento y sorpresa dominan la escena. Un joven a la izquierda de la composición, que por tradición familiar identifican con el pintor, y vestido a la moda del siglo XVIII, contrasta con la edad de los discípulos. Todo enmarcado con unos árboles al fondo que preludian los paisajes goyescos de los cartones. Desde el punto de vista técnico y cromático, a base de tonalidades vivas y luminosas, podemos relacionar nuestra obra con los cartones de temas de caza y pesca para los tapices destinados a decorar el Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial».