Suscríbete a
ABC Cultural

Los paisajes del alma de Vincent Van Gogh

Los paisajes del alma de Vincent Van Gogh

Pocos pintores nos han legado un testimonio más personal e intenso de los paisajes que le han ido acompañando a lo largo de toda su vida como Van Gogh. Creció y se formó como artista en zonas de Brabante, rodeado de campos de avena, centeno, ... patatas, bosques de pinos, brezales... Amaba el campo y la naturaleza, era un apasionado senderista. «Allí todo habla un lenguaje inconfundible -escribe el pintor-, todo es sólido, todo se explica a sí mismo». Creía que «la experiencia y la observación de la naturaleza eran los verdaderos caminos para entender el arte». Y esa visión le persiguió hasta aquel 27 de julio de 1890, cuando se pegó un tiro en los campos de Auvers-sur-Oise, al norte de París. No podía imaginar un lugar mejor para morir. Cada sendero, cada jardín, cada campo, cada planta le recordaba su añorada Holanda.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia