Las obras más curiosas de la muestra de Carsten Höller en el Centro Botín de Santander
Repasamos las creaciones más destacadas del artista alemán que acogerá el centro desde el próximo 23 de junio en Santander

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«High Psycho Tank»
De dimensiones similares a las de una bañera grande o jacuzzi, este tanque contiene en sus casi ocho metros cuadrados unos 500 litros de agua, a 37 grados –la temperatura del cuerpo humano– y saturada de sal de Epsom. Hasta dos personas pueden flotar y descansar a la vez en esta solución salina durante cerca de media hora, tiempo suficiente para relajar cuerpo y mente. El Centro Botín proporciona albornoces y chanclas, y ofrece también duchas y vestuarios a los usuarios.
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«Canary Scale»
Cada jaula –de 1,8 metros de diámetro, 2 de alto y 600 kilos– acoge seis canarios machos de diferente raza: timbrado español y la alemana «harzer roller», seleccionadas porque sus ejemplares son los mejores cantantes. Las pajareras, suspendidas del techo y unidas entre sí por una balanza, suben o bajan en función de si sus respectivos inquilinos están quietos o en movimiento. Los canarios han sido facilitados por un experto criador de pájaros de Cantabria, que se encargará de su cuidado diario.
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«Elevator Bed»
Esta obra ofrece una experiencia única: pasar una noche en un centro de arte y disfrutar de una exposición de forma íntima. Los interesados pueden reservar en www.eurostarshotelreal.com o en el teléfono 942272550 del Hotel Real de Santander, que prestará los servicios de alojamiento que ofrece a sus clientes. Personal propio se desplazará diariamente al Centro Botín para la atención, acondicionamiento y limpieza de esta singular habitación, con una cama de 2,3 metros de diámetro. La estancia, del 27 de junio al 10 de septiembre, cuesta 250 euros la noche, 350 en fin de semana . La seguridad correrá a cargo del edificio y las cámaras de la zona expositiva se apagarán desde el cierre hasta su apertura por la mañana, para garantizar la privacidad de los huéspedes. Se alojarán en un lugar mágico, sobrevolando una de las bahías más bonitas del mundo, gracias a una creación de Carsten Höller que se instala por segunda vez, tras su estreno en 2008 en el Guggenheim de Nueva York.
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