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ABC Cultural

En el nombre del Prado: el museo rinde homenaje a sus «salvadores»

Familiares de algunas personas que ayudaron a socorrer sus obras maestras en la Guerra Civil rememoran con emoción aquella epopeya en un congreso celebrado por la pinacoteca en su bicentenario

El abuelo de Rafael Seco de Arpe (a la izquierda) restauró en la cocina del Castillo de Perelada «La carga de los mamelucos» y «Los fusilamientos del 3 de mayo», de Goya. Junto a él, la condesa de Sert y Manuel Haro ERNESTO AGUDO

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Decía Azaña que «el Museo del Prado es más importante para España que la República y la Monarquía juntas». No es de extrañar, pues, que, dirigiéndose a Negrín , le hiciese una advertencia acerca de la evacuación de los tesoros del museo ... durante la Guerra Civil a Valencia, Cataluña y Ginebra: «Si los cuadros desaparecieran o se averiasen gravemente, tendría usted que pegarse un tiro». No llegó la sangre al río y las obras regresaron a España, excepto algunas, sanas y salvas. Ello fue posible gracias a hombres y mujeres, muchos iletrados, que no habían pisado un museo en su vida y lucharon para defender el patrimonio español.

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