Muere Marc Riboud, el fotógrafo de la flor ante el fusil y de la torre Eiffel
Su obra contiene algunas de las imágenes más icónicas del siglo XX y abarca desde los movimientos independentistas de África en los 50 hasta las lucha por los derechos civiles en Estados Unidos
ABC
No son muchos los fotoperiodistas que han logrado hacer de sus fotografías un icono del siglo XX , pero sin duda Marc Riboud es uno de ellos. Una mujer que sostienen una flor frente a un agresivo pelotón de militares, una monja parisina discutiendo ... con un taxista o un joven afgano ensimismado con su revolver en una fábrica de armas de la frontera con Paquistán, son solo algunas de las grandes escenas que congeló para la eternidad. Ayer murió a los 93 años de edad. En la página en internet del propio Riboud, la información sobre su fallecimiento ayer aparece debajo de una imagen del fotógrafo con una cámara de fotos y la frase de un papa de la Edad Media: «Ver es el paraíso del alma».
Nació en Lyon en 1923 y con tan solo 14 años fue premiado en la Exposición Universal de París por unas fotografías que tomó con la cámara Vest Pocket que su padre le había regalado. Ya desde joven se hacía patente en él su mirada original y su talento para percibir los fabulosos detalles de lo cotidiano. Combatió durante la Segunda Guerra Mundial y después de la contienda ingresó en la École Centrale de Lyon. En un principio quiso conciliar sus estudios con su trabajo en una fábrica, pero no tardó mucho en renunciar para dedicarse por entero a la fotografía.
Su primer gran fotoreportaje llegó en 1953 gracias a la revista Life Magazine, en el que Riboud retrataba a los pintores de la Torre Eiffel. A raíz de sus primeros éxitos fue invitado por Henri Cartier Bresson y Robert Capa e ingresa a la agencia Magnum , en ese tiempo fotografía intensamente diferentes lugares de Europa. Más tarde partiría hacia Asia y pasaría varios años recorriendo las diversas y espectaculares localizaciones de todo el continente. Medio Oriente, Afganistán, India, China, la URSS fueron solo algunos de sus destinos antes de marchar a África para dar testimonio de los movimientos de independencia de Argelia y de África del Norte.
Se trata de un testigo indispensable para conocer el siglo XX, sus revoluciones, sus guerras, sus glorias y sus miserias. La obra de Marc Riboud se ha expuesto en diferentes partes del mundo: París, Londres, Nueva York, Pekín, Hong Kong, Bilbao, entre otras. Sus imágenes están expuestas en algunos de los más prestigiosos museos del mundo y sus libros son un reclamo para todos los que admiran este arte. El talento de este artista y cronista del siglo XX ha sido reconocido en más de diez ocasiones mediante premios de prestigio internacional como el Overseas Press Club, el Time Life Achievement o el Lucie Award.
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