Josep Maria Sert, un artista polémico y contradictorio, regresa 35 años después a Madrid

El primero, que puede verse en la planta 0 de la fundación, fue un encargo del magnate inglés del ferrocarril sir Saxton Noble . Realizado durante la I Guerra Mundial, consta de quince paneles, pintados al óleo sobre lienzo adherido a tabla. Fueron instalados en el comedor de la casa de campo del noble en Wretham Hall, en Norfolk (Inglaterra). Llama la atención el brillante y luminoso colorido de los paneles. Para evadirse de la guerra, explica la comisaria, Pilar Sáez Lacave -gran especialista en su trabajo-, Sert se refugia en los recuerdos y aficiones de su infancia . Emplea elementos iconográficos orientales, exóticos y echa mano de la fantasía, el artificio, el carnaval y una gran teatralidad. Para colocar estos paneles diseñó una caja decorativa como espacio arquitectónico, que se ha reconstruido en la exposición, gracias a la documentación fotográfica de los bocetos: paredes verdes, cortinas, espejos... El efectista montaje museográfico lo firma el arquitecto Juan Pablo Rodríguez Frade. Estos paneles solo se han exhibido en dos ocasiones: en 1916 en una galería de París y en 1920 en otra galería de Londres.

El segundo conjunto, 'Evocaciones españolas' , que se exhibe por vez primera, se muestra en la planta -1. Es ya una obra de madurez, realizada en 1942. Fue encargado a Sert por Juan March Ordinas (creador de la Fundación Juan March en 1955) para decorar la sala de música de su residencia madrileña. Consta de cinco biombos , compuestos por 27 paneles de cuatro metros de altura, pintados al óleo sobre tabla. El brillante y luminoso colorido del primer conjunto deja paso en éste al negro y sepia sobre dorado . Usa el trampantojo para simular unos lienzos que cuelgan con escenas y paisajes mediterráneos. Aborda el costumbrismo español. Es la España del 98 , la España de Zuloaga, Solana y Sorolla , El montaje evoca las bambalinas teatrales. Completan la muestra siete bocetos: cinco de 'Evocaciones españolas', y los otros dos corresponden al biombo 'Mercado en una ciudad del mediterráneo', que realizó para la residencia de Benjamin Moore en Long Island (Nueva York).

Según la comisaria, Sert «sale de los caminos convencionales de la pintura. Fue el mejor pintor-decorador de entreguerras , pero cayó en el olvido«. Voluntariamente, se mantuvo al margen de las vanguardias. Su estilo, grandilocuente, se acercó más a los maestros antiguos como Rubens , Tiepolo, Tintoretto , Veronés, Miguel Ángel , pero también a Goya . Y eso que vivió a fondo la bohemia parisina de comienzos del siglo XX: amigo íntimo de Diaghilev , creador de los Ballets Rusos -fue el primer no ruso en colaborar con la compañía-, formaban parte de su círculo más cercano Utrillo, Casas, Coco Chanel , Cocteau, Gide, Morand..., además de aristócratas y muchas de las celebridades de la época. Era el pintor-decorador preferido de las élites. «Tenía una personalidad muy barroca y difícil de catalogar. Gran viajero, cosmopolita, hedonista , amante de la buena vida, millonario, culto, extravagante, seductor , desmedido, enérgico, titán de la pintura, de una gran capacidad creativa, excelente fotógrafo, coleccionista, tenía una gran seguridad en sí mismo y una destreza negociadora. Pero fue también un personaje polémico, difícil, insólito, oportunista . Estaba lleno de contradicciones «, advierte Pilar Sáez Lacave.

Se casó dos veces con dos mujeres de rompe y rasga: su primera esposa, Misia Godebska , era musa de los simbolistas y figura muy influyente en el mundo del arte. Después se casó con la joven rusa Roussadana Mdivani, 'Roussy' . Sert fue amante de Colette y cuentan que también lo fue de la baronesa Ursula von Stohrer, esposa del embajador alemán en París.

Los condes de Sert , Francisco de Sert y Welsch, y su esposa, María del Mar Arnús y de Urruela, asistieron ayer a la presentación de la muestra en la Fundación Juan March. Dice el sobrino nieto del artista que fue Francesc Cambó , amigo íntimo de Sert, quien mejor lo definió: «Vos seréis siempre un pintor». «Le han atacado de fascista. Quemaron en el 36 la catedral de Vic con sus pinturas, que era la obra de su vida. Se presentó en Burgos para hablar con Franco. Quería volver a pintar las obras de la catedral de Vic. Lo detuvieron por rojo y lo querían fusilar« , advierte el conde de Sert.

Para el pabellón del Vaticano en la Exposición Internacional de París de 1937 pintó 'La intercesión de Santa Teresa en la Guerra Civil española' , obra a favor del bando nacional. A pocos metros, su sobrino, el arquitecto Josep Lluís Sert , diseñó el Pabellón de la República española, donde entre otras obras se exhibía el 'Guernica' de Picasso . Pero Josep Maria Sert también ayudó a salvar las obras del Prado durante la Guerra Civil acompañándolas a Ginebra. Fue el encargado de inventariarlas junto con Eugenio d'Ors .

Cree el conde de Sert que es necesario reivindicar hoy la figura de su tío abuelo . «Cuando se inauguró su exposición en el Palacio de Velázquez del Retiro en 1987 se armó una buena. Decían que era el pintor de Franco, un pintor fascista... El ministro de Cultura, que era entonces Javier Solana , no acudió a la inauguración. Lo mismo ocurrió en 2012 en la exposición del Petit Palais de París. Anne Hidalgo hizo lo posible por que no se celebrase«.

Sert hizo las pinturas que decoran la capilla del Palacio de Liria en Madrid. Sus dos principales encargos internacionales fueron la Sala del Consejo de la Sociedad de Naciones en Ginebra (1935), y el hall del Rockefeller Center de Nueva York. Sustituyó a Diego Rivera , descartado del proyecto tras incluir a Lenin en uno de sus murales.