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ABC Cultural

John Baldessari, un artista nada aburrido

El creador estadounidense, que quemó su obra temprana para resurgir como un ave fénix y supo ser, al mismo tiempo, duchampiano e inclasificable, falleció el pasado dos de enero

John Baldessari EFE
Fernando Castro Flórez

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Puede que una de las mejores cosas que recomendó John Baldessari fue que no había que hacer arte aburrido. Parecerá una obviedad, pero lo cierto es que el arte contemporáneo está alicatado de todo tipo de ocurrencias que oscilan entre lo patético y lo ... plúmbeo. Para este artista californiano fue fundamental escapar de la inercia de los años sesenta, cuando todavía se rendía pleitesía al expresionismo abstracto y, al mismo tiempo, proliferaba una figuración deplorable. Según recordaba, fue precisamente la exposición «The New Figuration» en el MoMA la que reveló las dimensiones del pantano y fue precisamente de ese aburrimiento del que nacieron tanto pop cuanto el conceptual o el minimalismo. Con un coraje ejemplar, el treintañero Baldessari decidió quemar todos los cuadros que había «perpetrado» entre 1953 y 1966, generando por supuesto la correspondiente lápida y documentación. Literalmente, de esas cenizas resurgió como un ave fénix un artista que supo ser, al mismo tiempo, duchampiano e inclasificable .

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