Guillermo de Osma vendió el Blanchard del Prado hace dos décadas a una colección de Oviedo

Aclara De Osma que no era una obra del inventario de la galería, sino un depósito para gestionar su venta , procedente de la galería Oriol de Barcelona. Para Guillermo de Osma, « María Blanchard es la pintora más importante no solo de su momento, sino de la historia del arte español hasta el siglo XX. Dos décadas después aparece otra pintora, para mí es muy cercana: Maruja Mallo, del nivel de Georgia O’Keeffe y Frida Kahlo. El problema de Maruja Mallo es que no es conocida fuera de nuestras fronteras. Blanchard vivió en Francia, expuso con Rosenberg... Tuvo un gran reconocimiento y un apoyo enorme en vida de un grupo de coleccionistas belgas muy importantes».

¿Cómo anda la cotización actual de Blanchard en el mercado? «Desgraciadamente, la Escuela de París (artistas como Bores, Cossío, Viñes, etc) ha sufrido. Blanchard, menos. Tuvo una vida muy corta y dejó una obra relativamente pequeña , pero el mercado puede ser cruel, aséptico y muy frío. La más cotizada es su producción cubista (de 1916 a 1918), mucho más que la figurativa. Recientemente, ha salido a subasta un cuadro cubista de Blanchard que tuvimos en la galería (en 2008, en la exposición ‘María Blanchard-Albert Gleizes’) y se ha vendido por más de 200.000 euros . Y los hay que han superado los 300.000. Yo tengo tres obras figurativas de Blanchard en la galería y me cuesta venderlas . Dos son excepcionales. En su momento pagué por ellas el precio que se debía pagar, pero ahora pueden valer menos. Por eso me cuesta igual venderlas». Una de ellas (una niña bajando las escaleras) tiene un precio de 160.000-170.000 euros. «Que es lo que me costó hace ya unos cuantos años», advierte Guillermo de Osma.

Sobre el cuadro del Prado , comenta que «es de un tamaño importante, muy impactante , muy trabajado, muy terminado. Recuerdo que tenía una buena textura, eso que hacía tan bien María Blanchard. En los cuadros cubistas, en cambio, generalmente la textura es más plana. En los figurativos hacía una textura mucho más rica, muy matérica, con mucha pasta. El personaje es una mujer de apariencia alta, de tres cuartos, con una especie de gran cofia encima que le daba mucha personalidad al cuadro. Recuerdo que tenía unas manos muy bonitas . Es un cuadro muy bien pintado, de una calidad indudable . Y lo recuerdo en muy buen estado».

¿Le parece bien que vaya al Prado y no al Reina Sofía? «El Reina Sofía ya tiene una magnífica colección de María Blanchard, con cuadros emblemáticos; probablemente no le hace falta ninguno más. Me parece maravilloso que Blanchard esté en el Prado . Es la gran pintora de la historia española hasta el siglo XX». ¿Se medirá bien con la colección del Prado? «Yo creo que sí, ya lo veremos. Es un honor para el Prado y para Blanchard». ‘Joven con cofia (La boulonnaise)’, firmado en el ángulo inferior derecho, perteneció a una colección particular francesa y fue subastado en la casa Drouot de París en 1988. Estuvo expuesto en Bruselas en 1923 y en 1989 en la muestra ‘María Blanchard y otras individualidades del cubismo’ (Banco Bilbao Vizcaya). En el catálogo razonado de Blanchard, dice su autora, María José Salazar, del cuadro: «Obra un tanto extraña en la producción plástica de la pintora no solo por el tema, una mujer engalanada enfrentada al espectador con un traje de la región de Boulogne, sino por su actitud desafiante, de clara belleza y gesto amable».