Las fotografías más íntimas de Dalí hechas por mujeres

La muestra se compone de 48 fotografías y se complementa con un apartado documental, que cuenta con libros, revistas y clippings relacionados con las fotógrafas y los trabajos expuestos. Asimismo, forma parte también de este apartado el extracto de una entrevista a Suzy Embo, en formato vídeo, donde recogemos el testimonio de sus encuentros con Salvador Dalí y sus vivencias como mujer fotógrafa.

La muestra se ordena cromáticamente, como si se tratara de un pantone: cada color se asocia a una mujer que, con su cámara fotográfica capta un instante vivido con Salvador Dalí. Empezando por el rojo aterciopelado, el color que acompaña a muchas de las obras de Salvador Dalí, especialmente en la Sala del Tesoro del Teatro-Museo Dalí de Figueras, y que aquí sirve de fondo de las fotografías de Gala. El abanico de colores tierra, ocres, verdes y azules evocan diferentes paisajes sensoriales y nos acerca a una variedad de situaciones y de lugares, habitados todos ellos por Salvador Dalí.

Las protagonistas de la muestran son, para empezar, la artista Valentine Hugo , la mecenas Anna Laetitia-Pecci Blunt o la polifacética Gloria Braggiotti. También están los retratos de fotógrafas consagradas como Martha Holmes o Liselotte Strelow . Por su lado, Lies Wiegman y Suzy Embo nos devuelven la imagen menos conocida de Salvador Dalí y lo muestran inmerso en el proceso de trabajo y abstraído de la presencia de la cámara.

En cuanto a los fotorreportajes, sobresalen, por su valor documental y estético, las fotografías realizadas por Denise Bellon entorno a la « Exposition Internationale du Surréalisme » (París, 1938), así como las imágenes recogidas por Karen Radkai –una de las fotógrafas más destacadas de la editorial internacional Condé Nast–, en el Baile de Beistegui (Venecia, 1951). Son también muy significativas las fotografías de Yvonne Halsman, esposa del prestigioso retratista Philippe Halsman, que testimonian el proceso de creación de la obra In Voluptate Mors (1951) y, al mismo tiempo, dejan al descubierto su mirada cultivada y un considerable conocimiento del medio fotográfico.

Por último, los trabajos de Marcia Keegan y Michelle Vincenot evidencian como Salvador Dalí se sirve de la fotografía para documentar las acciones y eventos artísticos que organiza y en el que él mismo se erige como obra de arte.