La Bienal de Venecia, marcada por la guerra de Ucrania
Dos proyectos evocan el país invadido por Rusia, cuyo pabellón se mantiene cerrado en la 59 edición de la gran cita artística del año, que se inaugura este sábado

La 59 Bienal de Arte de Venecia , que se abre al público este sábado (recibirán los Leones de Oro dos mujeres, Katharina Fritsch y Cecilia Vicuña), representará un sismógrafo de la actualidad como nunca antes se vio en la ciudad de los canales. ... Esta cita estará marcada por la guerra , con la ausencia de Rusia : los responsables de su pabellón decidieron retirarse. Será también el año del relanzamiento de esta Bienal de Arte tras dos años de pandemia y tres desde la edición precedente, con la duración más larga de su historia: hasta el 27 de noviembre.

Cecilia Alemani , una italiana residente en Nueva York, firma como comisaria la exposición central de la Bienal, 'The Milk of Dreams' (La leche de sueños), título prestado de un libro de cuentos infantiles de la artista Leonora Carrington (1917-2011). Así lo explica Alemani: «La artista surrealista describe un mundo mágico en el que la vida se reinventa constantemente a través del prisma de la imaginación y en el que se permite cambiar, transformar, volverse otro diferente a uno mismo. La exposición elige a las criaturas fantásticas de Carrington, junto a muchas otras figuras de transformación, como compañeras de un viaje imaginario a través de la metamorfosis de los cuerpos y las definiciones de lo humano».
Será una Bienal que dice adiós a una historia del arte que durante siglos ha puesto en el centro a Occidente y al hombre. Ahora se presenta un futuro distópico y un presente no ya antropocéntrico. En definitiva, esta Bienal propone una nueva mirada al mundo, sin caer en las derivas de la 'cultura de la cancelación' o de ciertos estereotipos, porque todo ha cambiado y también en el arte.
La exposición se dividirá entre el Pabellón Central de los Giardini y el Arsenale, incluyendo a 213 artistas de 80 países , entre ellos cinco españolas : June Crespo, Teresa Solar, Maruja Mallo, Josefa Tolrá y Georgina Houghton. Por primera vez en 127 años hay una mayoría predominante de mujeres artistas: «Estos datos reflejan un gran fermento creativo y una reducción deliberada de la figura masculina». Cinco países son nuevos en la Bienal: Camerún, Namibia, Nepal, Omán y Uganda. España estará representada en su pabellón por el artista Ignasi Aballí (Barcelona, 1958) , con su proyecto 'Corrección' , siendo Beatriz Espejo la comisaria. El artista plantea una especie de juego con el propio pabellón y diseña un espacio alternativo, girado diez grados, que el visitante puede recorrer para experimentar qué ocurriría si el edificio fuera enderezado.
Cecilia Alemani admite que nunca se hubiera imaginado una situación como la guerra en Ucrania : «La Bienal de Venecia quiere dar una señal. Es difícil hablar de arte y montar una exposición mientras estamos en una situación tan crítica como la que vive el pueblo ucraniano. Pero en el arte hay siempre una esperanza. La Bienal ha decidido ayudar al pabellón ucraniano, que presenta al artista Pavlo Makov , con la esperanza que la cultura pueda ser un espacio de diálogo y solidaridad».

El renombrado artista ucraniano Pavlo Makov (63 años), de Kharkiv, ha instalado su obra 'The Fountain of Exhaustion' (La Fuente del Agotamiento), título evocador al que ha añadido con palabras para referirse explícitamente a Venecia: 'Acqua Alta' (agua alta). Pavlo Makov vino a la Bienal desde su ciudad destruida, Kharkiv, en un complicado viaje, esquivando las bombas en Ucrania para llegar a Venecia. Aquí ha hecho una declaración que refleja claramente su estado de ánimo y el de sus compatriotas: «Quiero volver a Ucrania lo antes posible, no vivir en el exilio. ¿Qué significa tener éxito en la Bienal de Venecia cuando tu país está devastado? La guerra contra Ucrania es un ataque a los valores occidentales».
Los comisarios del pabellón del país invadido por Rusia son Borys Filonenko, Lizaveta German y Maria Lanko. Para instalarlo fue decisiva la determinación de la Bienal: en cuanto Moscú desató su invasión, la institución cultural veneciana proclamó su pleno apoyo a Ucrania y a sus artistas, para que pudiera concretar plenamente en Venecia el trabajo planeado, al tiempo que se condenaba al régimen de Putin por la invasión.
Lograr traer a Venecia la obra de Pavlo Mokov e instalarla en el pabellón ucraniano ha sido una odisea que ha contado así el artista: «El proyecto es bastante grande, pesa mucho, no pudimos embarcarlo por la guerra. Maria Lanko (una de los tres comisarios) salvó la exposición: la cargó en su coche, cruzó países y fronteras, hasta llegar a Venecia. La obra cuenta con 78 embudos de bronce . En Italia encontramos una empresa que completó el trabajo, el Tecnolegno de Milán». La parte más importante de la obra tiene forma de pirámide, de la que desciende agua, pero poca llega el suelo. «Tuvimos que hacer esta instalación de metal con depósitos de agua –señala Mokov–, pero, dado que el Arsenale es un espacio histórico, no pudimos ni poner un clavo en las paredes».

Además, en la Bienal ha nacido 'Plaza Ucrania' , una instalación diseñada por la arquitecta y artista ucraniana Dana Kosmina en el Espacio Esedra de los Giardini. Alrededor de un monumento cubierto con sacos de arena , una referencia a la práctica de guerra en las ciudades ucranianas para proteger el arte público de los bombardeos, nació 'Piazza Ucrania'. Los organizadores de la Bienal destacan que «el objetivo de esta iniciativa es dar voz a los artistas de Ucrania y otros países para expresar su solidaridad con la población ucraniana, tras la brutal invasión del gobierno ruso y crear un espacio que pueda ser un lugar de debate, diálogo y apoyo a la cultura ucraniana».
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