El artista Ernesto Neto dona su obra «Burbuja blanca» al Guggenheim por su XX aniversario

«De este modo, busca una sensación de fusión entre la obra y los espectadores, y que estos experimenten cómo estos encuentros íntimos nos transforman, tal vez en algo mayor que nosotros mismos –añade –. Al iniciar su tránsito por el espacio que ocupa la obra, el visitante sentirá cómo la estructura transparente irá cambiando con el peso de su cuerpo , y la huella que deje irá transformándose debido a la impronta de los cuerpos que llegarán después».

Por otro lado, «Burbuja blanca» está basada en uno de los elementos que conformaba «Hiperhorizonte de eventos» , obra incluida en la exposición que tuvo lugar en el Guggenheim en 2014 y que ha «reconfigurado específicamente para adaptarse a los icónicos espacios del edificio diseñado por Frank Gehry ».

A lo largo de más de veinticinco años, Neto ha acumulado un inmenso inventario de obras que van desde delicados dibujos hasta instalaciones de grandes dimensiones. Según el museo, «son piezas creadas para atravesarlas , habitarlas, sentirlas e incluso olerlas, con la intención de que el espectador pueda interactuar con ellas, experimentando con su propio cuerpo y sus sentidos, sin perder de vista que, al mismo tiempo, son, como el cuerpo humano, frágiles y delicadas».