Sam Shaw, el fotógrafo de las estrellas de Hollywood y la gente corriente, en Cascais
El Centro Cultura de la localidad portuguesa muestra 200 imágenes que reflejan tanto a la edad dorada del cine como a gente normal y representativa de su época
Cerca de 200 instantáneas del legendario fotógrafo y cineasta norteamericano Sam Shaw (1912–1999) centran una exposición organizada en el municipios portugués de Cascais en la que queda patente «la dimensión humana» de su trabajo.
Así lo explicó el profesor Salvato Telles Menezes , responsable de una muestra que repasa la carrera del autor de algunas de las imágenes más icónicas de la historia.
De hecho, Shaw será recordado por su fotografía de la actriz Marilyn Monroe conteniendo la falda levantada por el aire de su vestido blanco, o la de Marlon Brando con la camiseta rota en el filme «Un tranvía llamado deseo» («A Streetcar Named Desire», 1951). Sin embargo, la exposición que alberga estos días el Centro Cultural de Cascais -a unos 30 kilómetros de Lisboa- incluye además imágenes raras e incluso algunas nunca vistas antes .
En opinión de Telles Menezes, el trabajo de Sam Shaw está marcado por «la gente común» y no tanto por personajes famosos. El fotógrafo estadounidense recorrió el continente americano y retrató personas «normales, gente que él consideraba representativa de sus múltiples experiencias» en la zona.
La exposición recuerda también su trabajo en Hollywood como fotógrafo y productor, al lado de nombres como John Cassavetes . El responsable de la muestra subrayó que Shaw fotografió varios momentos de cambio en la historia norteamericana, como la lucha por los derechos civiles, aunque en vez de retratar a los líderes y protagonistas, «va al encuentro de personas comunes».
Incluso en sus imágenes de estrellas de Hollywood se observa ese lado humano que lo caracteriza, alejado del glamour y la pompa que rodean a la alfombra roja, con la excepción de las imágenes de Marilyn Monroe , con quien Shaw tenía una relación de amistad.
En opinión de Telles Menezes, sus imágenes «buscan transmitir una idea de aquello que él entendía que eran las personas» , por lo que a la hora de retratar a actores y actrices optaba por no «falsificarlas», mostrando su lado más natural.
Como ejemplo, citó la presencia en la exposición de una instantánea del actor Gary Cooper fumando su último cigarro tras descubrir que tenía cáncer de pulmón. «Era mi trabajo», aseguró el profesor luso que le dijo el propio Shaw en uno de sus encuentros.
El fotógrafo defendía no trabajar para su placer persona, sino para las personas a las que fotografía, una sensación que se refleja en «cómo los retratados se relacionan con él», dejando señales de proximidad e incluso de complicidad que acaban por verse en las imágenes.
La muestra con lo mejor de la obra de Sam Shaw permanecerá en Cascais hasta el próximo 8 de noviembre , y después continuará con su gira por Europa.
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