Andrés Carretero: «Desde el calcolítico convivimos con las diferencias en España»

-¿Qué ofrece el nuevo MAN, por ejemplo, a una familia?

-Encontrará servicios de atención al público, vestíbulo, cafetería, tienda y sala de actividades para talleres y consultas, un salón de actos... Todo eso, además y antes de entrar en la propia exposición permanente. Una vez que entran, encontrarán recorridos específicamente diseñados para familias.

-¿Recorridos con tabletas?

-Hemos sustituido las audioguías por tabletas con locuciones e imágenes. Además, subtituladas, pantallas con lengua de signos, y también recorridos y menús como por ejemplo «las 33 piezas imprescindibles», «arqueología de la muerte…»

-¿Y la accesibilidad?

-En nuestra sociedad es esencial cuidar la accesibilidad de todos los grupos con algún tipo de discapacidad. El museo es accesible plenamente con silla de ruedas, tenemos bucles magnéticos en todas las zonas de atención al público, y en todos los audiovisuales, para escuchar las locuciones. Y también 17 estaciones táctiles en las que hay relieves y reproducciones para que invidentes y curiosos puedan tocar un bifaz paleolítico, una moneda…

-¿Qué aprendemos de esta historia?

-Que siempre hemos sido diversos, somos un conglomerado cultural.

-España sigue marcada por los problemas que a veces traen esas diferencias. ¿Cómo lo ve un arqueólogo?

-Desde el calcolítico se ven las diferencias dentro de los grupos sociales y entre ellos. Comprenderlo nos puede ayudar a ver que nuestra realidad actual no es muy diferente. Siempre hemos tenido diferencias y puntos de unión entre los grupos territoriales de la actual España.

-El MAN enriquece este debate, entonces.

-Lo enriquece porque es la muestra de que hemos sabido convivir durante muchos años, que aquí seguimos.

-Habría que invitar a los políticos a que se pasen por el museo.

-Encantado de recibirles y analizar con ellos los elementos del discurso arqueológico y la actualidad que puede tener para la sociedad presente.