Destrozan una vidriera de Le Corbusier en su capilla de Ronchamp

El presidente de esa fundación, Antoine Picon, reclamó en un comunicado que se tomen «medidas de urgencia respecto a la seguridad» del conjunto de la obra de Le Corbusier y, en particular, de ese edificio, situado en la cima de una colina, bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial y reconstruido por el célebre arquitecto en 1955.

La iglesia, que figura en la lista de monumentos nacionales de Francia desde 1967, fue atacada el pasado viernes, se supone que por uno o varios vándalos, que destrozaron la vidriera principal, se intentaron colar sin éxito en su librería y arrancaron una hucha que estaba vacía. «Han roto en mil pedazos la única vidriera firmada por Le Corbusier», lamentó Benoît Cornu, uno de los responsables municipales de Ronchamp.

La fundación dedicada a Le Corbusier (1887-1965) aprovechó la coyuntura para reclamar que se mejore el estado general de la obra, que se encontraba ya en muy mal estado», afectada por humedades y mala conservación de los materiales.

El arquitecto, nacido con el nombre de Charles-Edouard Jeanneret, quiso hacer «un lugar de silencio, de rezo, de paz, de alegría interior» de ese templo situado junto a la frontera de Suiza y que cada año visitan unos 80.000 turistas.