NUEVA PROVOCACIÓN
Ai Weiwei canta con «heavy metal» su detención por el régimen chino
El famoso artista y disidente chino narra los 81 días que estuvo incomunicado por la Polícía en un irreverente vídeo musical
PABLO M. DÍEZ
A Ai Weiwei, el artista más famoso y perseguido de China, le gusta dar el cante. Ya lo demostró con un vídeo casero donde parodiaba el «Gangnam Style» de Psy, pero imitando el baile del caballo con esposas, y por ahí van los tiros ... de su última ocurrencia. Erigido en la voz más crítica con el autoritario régimen de Pekín, Ai Weiwei se lanza ahora al mundo de la música con la publicación de un disco titulado «La divina comedia». [Vea el vídeo aquí]
Como adelanto, en internet ya se puede ver y escuchar su primera canción, «Tonto del culo», donde, al igual que hacía Dante en su famoso poema, el artista narra su propio infierno personal: los 81 días que pasó detenido e incomunicado por la Policía china en 2011.
Con música de Zuoxiao Zuzhou, «Tonto del culo» es un tema de «heavy metal» donde Ai Weiwei canta en mandarín, o al menos lo intenta entre berridos ininteligibles, las penurias que sufrió durante esos casi tres meses, que pasó recluido en una celda y vigilado a todas horas por una pareja de militares. Como explicó el artista en su última entrevista a ABC, y plasma el vídeo dirigido por Christopher Doyle, «cuando me detuvieron, fui trasladado en un coche durante una hora y media con los ojos vendados y en silencio. Al abrir los ojos, tenía delante a un matón musculoso que parecía sacado de una película de James Bond. Me interrogaron día y noche, me dijeron que no podía tener un abogado y que nadie podía defenderme, que estaban por encima de la ley. No fui golpeado, pero sufrí maltrato psicológico. Durante casi tres meses, estuve aislado y desconectado del mundo. Debía sentarme rígidamente y pedir permiso levantando la mano hasta para rascarme la nariz. Había cámaras grabándome y dos policías situados a 80 centímetros de mí me vigilaban las 24 horas, incluso cuando dormía o al ducharme».
Como se ve en el vídeo, hasta en sus visitas al baño era seguido Ai Weiwei, sobre cuya cama pendía una bombilla para alterarle el sueño. «Cuando fui detenido, memoricé cada detalle de la habitación porque no tenía nada más que hacer, y realmente creía que la historia debía ser contada porque era increíble. La canción y este vídeo son las mejores formas de representar dicha experiencia. Cualquiera que haya sufrido un trauma similar, encontrará difícil liberarse de tanta rabia. Para superar el miedo, yo utilizo estas imágenes y esta música. Es mi trabajo como artista», asegura en un comunicado Ai Weiwei, quien ha presentado el vídeo este miércoles en su casa-estudio de Pekín.
En él luce un nuevo «look» rapado muy distinto al pelo alborotado y su larga barba habitual, pero sigue reflexionando sobre la lucha por los derechos humanos y las libertades personales en China con su irreverencia habitual y una letra bastante explícita. «Aguanta en primera línea como un tonto del culo, en un país que se vende como una puta. El terreno está lleno de mamones, tontos del culo hay en todos sitios. Que se joda el perdón, maldita tolerancia, al diablo con las buenas maneras, la vida bajuna es invencible», grita entre guitarras afiladas el artista, quien no destaca precisamente por su buena voz.
El intelectual más crítico de China
«Durante mi detención, las condiciones eran muy restrictivas, pero los guardias me pedían en secreto que cantara para ellos. Estar en aquel ambiente me hizo descubrir que la música era la única forma de matar el tiempo para aquella gente. Lamentaba no poder hacerlo, porque ni sabía ni estaba de humor para ello. Al igual que muchos chinos, las únicas canciones que conocía eran los temas revolucionarios que teníamos que memorizar de niños. Crear música es una manera de superar esa situación», desgrana el provocador Ai Weiwei, quien lanza un nuevo desafío al régimen chino.
Hijo de un famoso poeta represaliado durante la época de Mao, Ai Weiwei forma a sus 56 años el tridente de la disidencia china junto al encarcelado premio Nobel Liu Xiaobo y al también perseguido premio Sajarov Hu Jia. Sus ácidas críticas políticas y sociales, seguidas en Twitter por más de 215.000 personas pese a la censura vigente en internet, le han señalado como un «enemigo público». Desde 2011 se enfrenta a una kafkiana investigación por evasión fiscal y pornografía, ya que posó desnudo para una fotografía junto a varias mujeres. Para echar tierra sobre su nombre, el régimen incluso lo ha tildado de bígamo por tener un hijo con otra mujer que no es su esposa. A finales de junio del año pasado acabó su periodo de libertad vigilada, pero la Policía le ha prohibido salir del país.
Mientras su estudio de Shanghái era demolido y su carrera profesional quedaba condenada al ostracismo en China, su obra se ha revalorizado en el resto del mundo hasta el punto de que la prestigiosa revista británica «Art Review» lo nombró en octubre de 2011 el artista más influyente del globo. Tras asesorar a los arquitectos suizos en el «Nido», el icónico estadio olímpico de Pekín 2008, ha expuesto un millón de pipas de porcelana en la Galería Tate de Londres . En España, su obra puede verse en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla hasta el próximo 30 de junio.
Ai Weiwei canta con «heavy metal» su detención por el régimen chino
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