Joana Vasconcelos: el arte de dialogar en palacio

Construido durante la primera mitad del siglo XIX, el Palacio Nacional de Ayuda fue residencia oficial de la monarquía desde el reinado de D. Luís (1861-1889) hasta 1910, año de la reinstauración de la República. Abierto como museo en 1968, conserva los aposentos fieles a la época después de trabajos de restauración y reconstituciones históricas. “Esta exposición es resultado de 30 años de trabajo de restauración en el palacio”, explica su directora, Isabel Godinho. Las obras de la artista encajan a la perfección en un espacio clásico, como si todas ellas hubiesen sido concebidas para tal muestra. “Esta exposición va a dar un impulso importante al Palacio, muy poco conocido por los portugueses”, avanza la artista. “Hay un doble objetivo, por un lado que se conozca el palacio y a la vez descubrir mi obra en este entorno”, añade.

En un primer momento el Estado portugués pensó en realizar la exposición en el Palacio de Queluz (en los alrededores de Lisboa), pero su dimensión iba a poner muchos límites para la muestra. "El día 22 de octubre recibí la llamada del secretario de Estado de la cultura para saber si quería recibir las obras de Joana. Se pueden imaginar la respuesta”, explica una orgullosa directora que tras más de tres décadas al frente del proyecto abandona el próximo mes la dirección del palacio. Joana visitó poco después el palacio, “que conocía de haber estado de pequeña”. Pero lejos estaba de imaginar lo que allí iba a encontrar, “hubo un entendimiento total desde un primer momento, una complicidad” recuerda.

La artista supo asimilar la historia de este palacio contada por quien mejor lo conoce, Isabel Godinho, y fue a buscar las obras que mejor encajaban allí e incluso ha realizado otras de propósito para la exposición. Y todo ello ha contado con el soporte económico de la empresa privada portuguesa Everything is new, conocida por la organización de eventos y espectáculos, que de forma inédita se ha asociado con el Estado para este proyecto.

De las 15 obras expuestas en los salones y jardines de Versalles se encuentran en Lisboa siete pero la muestra incluye un total de 38. No falta la obra icónica La Novia, una lámpara araña realizada con 20 mil tampones que fue censurada en Francia. “Es una pena que una obra inspirada en los salones nobles de palacios no se pueda exponer en el palacio más representativo”, explican desde el taller de Joana. Tampoco faltan obras inéditas en Portugal, como ocurre con las confeccionadas especialmente para Versalles, Lilicoptère y Perruque, y otras ya míticas como los zapatos de Marilyn o Corazón Independiente. “La riqueza interior de este palacio es mucho mayor que el de Versalles”, afirma la artista. “He tenido acceso a los espacios íntimos del palacio, he entendido la mentalidad de los que aquí vivían y es da una riqueza mayor a la exposición”.

Su obra asume una singular capacidad de dialogar con el espacio y juega con los diferentes tiempos. La obra gana significado por el espacio en el que está inserido que a su vez está más enriquecido. En algunas de las salas cuesta incluso encontrar la pieza de Joana Vasconcelos porque su puesta en escena ha sido muy estudiada. Esta exposición tiene a Miguel Amado como comisario y de ella se espera que de una nueva dimensión tanto al palacio como al trabajo de Joana.

La artista sorprende de nuevo con la cantidad de materiales y objetos utilizados para realizar sus piezas. "A todo vapor", por ejemplo, está creada para esta exposición y recrea plantas que se han creado con planchas. Conectadas a la electricidad abren y cierran y se puede ver y escuchar el vapor que sueltan. También original es otra de las piezas inéditas, "War Games" donde encontramos un coche antiguo lleno de peluches y juguetes que se mueven y hacen ruidos y por fuera está cubierto de escopetas de plástico. Más especial se convierte esta pieza al saber que el coche era de su abuelo, el primera que ella condujo cuando se sacó el carnet y ahora ha querido recuperar.

Cazuelas, tampones, plumas, pelucas, ganchillo… Sus materiales llaman cuanto menos la atención de sus visitantes. Igualmente en destaque están los once animales que Joana utiliza, inspirados en Bordalo Pinheiro. De los diseños originales del artista luso ella recrea una selección de animales y los cubre totalmente con ganchillo de varios padrones y colores diferente. Consigue siempre un efecto diferente a larga y corta distancia de observación. Hay quien adore su trabajo y quien la critique pero todas sus exposiciones se convierten en éxito. Es una creadora arriesgada, puede que hasta provocadora, pero su trabajo se adapta muy bien a los entornos clásicos y a los modernos.

Sus obras ya se han expuesto en lugares tan diversos como Palacio de Versalles, el Palazzo Grassi de Venecia, el Castillo de Santa María la Feira, la Torre de Belén, el puente D. Luís de Oporto o la pinacoteca del Estado, en São Paulo.