Hallan un tesoro colonial oculto en el antiguo arco de la entrada de Lima

Los vestigios de esa histórica estructura han revelado un hallazgo inesperado: un conjunto de monedas de plata del siglo XVI

Descubren un tesoro de monedas de oro y plata oculto en la iglesia donde Lutero pronunció sus últimos sermones

Monedas coloniales encontradas en los vestigios de un arco de piedra colonial en Lima EFE

Durante siglos, quienes ingresaban a la Lima colonial lo hacían atravesando un gran arco de piedra que marcaba el acceso a la Ciudad de los Reyes. Hoy, los vestigios de esa histórica estructura han revelado un hallazgo inesperado: un conjunto de monedas de plata ... del siglo XVI, enterradas bajo el corazón de la capital peruana.

Las monedas fueron encontradas cerca del Palacio de Gobierno, en una de las zonas más transitadas de la ciudad. Este espacio, que durante la época virreinal sirvió como cruce de caminos entre Lima y sus alrededores, parece haber resguardado este pequeño tesoro durante más de cuatro siglos.

El origen del hallazgo sigue siendo un misterio. Los arqueólogos plantean dos hipótesis: podría tratarse de un «tesorito» oculto con la intención de recuperarlo más tarde o, en el escenario menos probable, un descuido que dejó en el olvido estas monedas de plata de 1 y 2 reales. Todas llevan la marca del ensayador que certificaba su autenticidad y fueron acuñadas entre 1577 y 1588 en la Casa de la Moneda de Lima.

El arco que enmarcaba la entrada a Lima fue construido en 1610 por orden del virrey Juan de Mendoza y Luna. Esta estructura conectaba la ciudad amurallada con el exterior, cruzando el río Rímac a través de un puente que, a lo largo de los siglos, sufrió múltiples reconstrucciones debido a terremotos e incendios.

Más allá del río se extendía el barrio de San Lázaro, un arrabal donde convivían frailes, viajeros, indígenas y enfermos atendidos en un hospital especializado en la lepra. Con el paso de los años, el arco de entrada sufrió modificaciones hasta que finalmente fue destruido por un incendio en 1879.

Hasta ahora, la única referencia sobre esta estructura provenía de ilustraciones y documentos que retrataban sus versiones más recientes. «Por primera vez hemos encontrado evidencia física del arco original, algo que no estaba documentado», afirmó Olazo.

Identidad histórica

Además de las monedas, los arqueólogos han descubierto fragmentos de cerámica y piedras labradas con inscripciones conmemorativas. Ahora, el equipo de Prolima planea reconstruir el arco utilizando técnicas y materiales tradicionales para devolver a la ciudad una parte de su identidad histórica.

La iniciativa busca que los limeños del siglo XXI puedan experimentar lo que sintieron los viajeros de la época colonial al ingresar a la ciudad. «Este proyecto no solo tendrá un valor arquitectónico, sino también histórico y cultural», concluyó Olazo.

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