10 años sin Germán Coppini: un legado de culto, 300 inéditos que nadie quiere oír y un disco en 2024 para cumplir su último deseo
El influyente músico santanderino que brilló en los ochenta falleció en la Nochebuena de 2013 dejando infinidad de temas sin publicar
Germán Coppini: la muerte no usa zapatos
Nacho Serrano
Contaba hace poco Miguel Costas en ABC que lo primero que les llamó la atención de Germán Coppini a él y a Julián Hernández cuando lo vieron en un bar de Vigo, fueron las chapas de su chupa de cuero. Todas eran de grupos ... guapos e interesantes, así que el tío tenía que molar. Se acercaron a él, formaron Siniestro Total y exprimieron su genio durante dos años hasta que se cansó y sintió que lo que él buscaba en la música era otra cosa.
Su salida del grupo fue algo traumática, tal como él mismo explicó: «Mi fuente de ingresos era Siniestro Total, con ellos salían los bolos y hacíamos actuaciones. Luego los fines de semana me reunía con Teo Cardalda y perfilaba cosas con Golpes Bajos. [...] Finalmente no se creó una situación cómoda. [...] Era la primera vez que escribía y grababa. Porque en Siniestro me decían que mis textos tenían aspiraciones literarias y que lo suyo era más divertido, que iba por otro rollo. Perfecto. Entonces me dediqué a lo mío. Lo que me pareció ridículo era que me echaran en cara que no diera bola a Siniestro cuando iba a mover mi historia. Creo que fue un rollo de ego y personalismo puro y duro. Quien dirigía el cotarro era Julián Hernández, que es la persona que ha seguido manejando el cotarro y tenía un rol asignado para cada uno de nosotros. Llegó un momento en el que yo me cansé de aquello y me marché».
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Nacho SerranoEl miembro fundador de Siniestro Total actúa el 24 de noviembre en el Cine Teatro Salesianos de Vigo, donde el grupo dio su primer concierto en 1981
Su talento ya había brillado con Siniestro, claro está, pero con Golpes Bajos, Coppini se (re)inventó a sí mismo, dio lo que quería dar y llegó hasta donde quería llegar. «Fue uno de los cantantes con más personalidad y más especiales», describió su compañero Teo Cardalda. «En los ochenta hubo grupos especiales. La diferencia es que eran diferentes entre sí. Parálisis Permanente, Nacha Pop, Radio Futura y Golpes Bajos eran cuatro mundos diferentes a nivel musical y estético. Ahora todo está más cortado por el mismo patrón. Ahí Germán destacó mucho. Parecía que en la movida no había que saber tocar y, de repente, apareció Golpes Bajos con unas armonías complicadas y textos profundos. Germán era la imagen de ese concepto, de ese resurgir del pop español de calidad. Siempre intentaba redescubrirse. Por eso su carrera tuvo altibajos. Fue un rebelde absoluto y le costó no ser entendido a veces. Aunque eso le da autenticidad al personaje. Su manera de cantar en aquellos años es imborrable».
Antes de lanzar su carrera en solitario, Germán se alió en 1986 con Nacho Cano para publicar el maxisingle 'Edición limitada'. Un año después por fin publicó su primer álbum, 'El ladrón de Bagdad', seguido por 'Flechas negras' en 1989, con una colaboración con Alaska y Dinarama de por medio para revisitar 'Bailando'. En los primeros noventa se alejó del negocio y sólo reculó un poco para grabar colaboraciones con Las manos de Orlac, Tino di Geraldo o Paco Clavel, y es entonces cuando se empieza a tener la sensación de que quizá ya haya dado lo mejor de sí mismo y se convierte en un artista de culto que, a través de un recopilatorio de Golpes Bajos editado por Nuevos Medios, ve reivindicada su figura y se anima a grabar una vez más, esta vez sumergiéndose en los ritmos latinos con 'Carabás', en 1996.
Y de nuevo, vuelta a las colaboraciones y las apariciones esporádicas. Hasta que en 2003 fundó el grupo Anónimos con Patacho Recio, Juan Jaren, Carlos Rodríguez y Ñete; y en 2006 Lemuripop junto a Álex Brujas, de Stereoskop y DJ del New Order Club de Madrid. «Yo le conocí cuando vino a tocar con Siniestro en el Marquee», recuerda Patacho. «Poco a poco nos fuimos acercando, y la relación más musical a nivel profesional surgió cuando organicé el 25º aniversario del Penta. No sé por qué, pero en aquella ocasión conectamos muchísimo, y a partir de ahí empezó a pasarme letras, y yo a él grabaciones que hacía en mi cabaña de Vega de Pas. Así empezamos Anónimos. Lo que pasa es que él era muy receloso con la industria, para él hablar de managers y discográficas era hablar del demonio... Pero compusimos muchas canciones, y después organicé una banda de cinco cantantes con Iñaki de Glutamato Yeyé, Josele Santiago, Julián de Siniestro, Javier Andreu y Germán. Y volvió a pasar lo mismo: guerras de managers, etc... Era complejo hacer unos Travellin' Wilburys en España (risas)».
Ya en la década de los dos mil diez, Germán formó parte de la banda Néctar, cuya promoción movió él mismo contactando con diversos blogs musicales, pero su disco terminaría saliendo a título póstumo, por su inesperadísima muerte el día de Nochebuena de 2013 a los 52 años debido a un cáncer de hígado fulminante.
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Coppini era tan extremadamente inquieto, y también productivo a pesar de no encontrar siempre una salida comercial a sus obras, que diez años después siguen quedando muchas, muchísimas canciones suyas que nunca han visto la luz. «Hay unas trescientas inéditas», nos cuenta Pablo Lacárcel, responsable del sello Lemuria que ha rescatado del olvido innumerables joyas del pop español, y que guarda ese archivo bajo llave a la espera de que alguien muestre interés por él. «Hay desde cosas de música electrónica que hacía con Lemuripop, temas perdidos que no grabó con Golpes Bajos, canciones antiguas, otras más modernas, álbumes enteros terminados... hasta un disco de versiones de Camilo Sesto», dice Lacárcel con cierta pesadumbre, y lamentándose de que Germán nunca haya podido librarse del mal del artista de culto: «Cuando he sacado algo suyo las críticas son muy buenas, que si era único, que si tal que si cual... pero nadie lo compra. Me pasa lo mismo que con Vainica Doble».
Pero dicen que nadie muere del todo si se le recuerda, y gracias a la rendición de este humilde tributo escrito por el aniversario de su fuga hacia el más allá, quizá sí podamos escuchar canciones perdidas del gran Coppini. Resulta que en su época de colaboraciones con Patacho, grabó diecisiete temas con Glutamato Yeyé pero cuando empezaron a llegar ofertas de sellos para publicarlas, Germán cayó enfermo. «Unos días antes de morir, fuimos a verle al hospital y nos hizo prometer que las sacaríamos», cuenta Patacho. «Íbamos a publicarlas en 2020, en el 40º aniversario de Glutamato, pero llegó la pandemia y todo se fue al traste. Pero ¿sabes qué? Esta llamada me ha hecho recordar esa promesa. Acabo de tomar la decisión en este instante, y prometo que esas canciones van a salir en 2024. Aún no se cómo, pero lo haré».
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