Sacrificios rituales y violencia, anatomía del macabro fenómeno de las 'momias del pantano'
El primer estudio a gran escala revela que forman parte de una tradición milenaria muy arraigada en el norte de Europa y que la mayoría tuvo un final espantoso
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Iniciar sesiónA finales de diciembre, durante unas investigaciones preliminares para la construcción de unas viviendas al noroeste de Copenhague, un equipo de arqueólogos daneses daba con unos restos humanos en una turbera datados hace más de 5.000 años. Los investigadores apuntaban que fue una ... víctima de una ceremonia ritual, tanto por los objetos que se encontraron (un hacha de sílex y huesos de animales) como por hallazgos anteriores que indican que era un lugar popular para sacrificar objetos, animales y personas en la antigüedad.
Se trataba de un cuerpo del pantano, cuyos ejemplos más célebres son las denominadas 'momias del pantano', que fascinan a los científicos y al público por estar extremadamente bien conservadas debido a las inusuales condiciones de las turberas ácidas. Ahí están el Hombre de Tollund, en Dinamarca; el de Lindow, en Reino Unido, o la Chica de Yde, en los Países Bajos. Auténticas cápsulas del tiempo, han ofrecido a los estudiosos la oportunidad única de conocer la vida cotidiana de la época.
Pero, precisamente, esa atracción ha propiciado que las momias se examinen hasta el más mínimo detalle, pero que, al tiempo, escaseen las investigaciones que incluyan otros restos peor conservados, como el del caso de Copenhague, que además suelen corresponderse a ejemplos más antiguos. Para arrojar luz al fenómeno, un equipo internacional de arqueólogos ha llevado a cabo el primer estudio a gran escala de estos cuerpos.
Hallan una momia del pantano de 5.000 años de antigüedad en una turba de Dinamarca
ABCCerca de los restos han encontrado un hacha de sílex de la Edad de Piedra, y huesos de animales y cerámica, por lo que los investigadores piensan que fue víctima de un sacrificio ritual
Publicada en la revista especializada 'Antiquity', la investigación ha examinado más de 1.000 restos diferentes en 266 enclaves distintos del norte de Europa con el fin de identificar picos cronológicos y las características que distinguen cada fase, especialmente las causas de muerte.
En primer lugar, de acuerdo con las distintas condiciones de conservación, estos especialistas distinguen entre 'momia de pantano', aquella que preserva tejidos blandos y/o cabello; 'esqueleto de pantano', que se refiere a vestigios óseos que han sido depositados como un cuerpo completo, y los restos desarticulados o parciales de las momias y esqueletos forman un último grupo. Al examinar estos tres tipos, el estudio ha revelado que forman parte de una tradición milenaria y profundamente arraigada.
«Nuestra investigación demuestra que sólo se puede obtener una imagen «completa» si se estudian conjuntamente estos diferentes tipos de hallazgos«, explica a ABC Roy van Beek, de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos, que ha liderado el estudio. Cada clase de cuerpos de pantano ha ofrecido una perspectiva del fenómeno. »Se encuentran en lugares distintos, aportan distintos tipos de pruebas arqueológicas (en algunos aspectos, los esqueletos pueden incluso decirnos más que las momias) y, hasta cierto punto, también tienen fechas distintas (todos los hallazgos más antiguos son esqueletos, como el nuevo hallazgo de Copenhague)«, incide.
Origen del fenómeno
La práctica de arrojar cuerpos a los lodazales comienza en el sur de Escandinavia durante el Neolítico, alrededor del año 5000 a. C. (Dinamarca y el sur de Suecia tiene el grupo de hallazgos más antiguo). A partir de ahí se extiende por el norte del continente durante los siguientes milenios, aunque es difícil establecer cómo.
«Creo que es importante destacar que estas sociedades prehistóricas no estaban aisladas, sino que mantenían contactos a larga distancia. También se produjeron migraciones, según se desprende de recientes investigaciones sobre el ADN antiguo. En este sentido, las ideas y las prácticas también podían propagarse. Por último, también hay que tener en cuenta que pudo haber diferencias en las fechas de aparición de los pantanos en distintos países. Se desarrollaron gradualmente a lo largo del tiempo, y este proceso no fue igual en todas partes«, especifica Van Beek.
Macabro ritual
La mayoría de los enclaves analizados en el estudio fueron usados repetidamente, pero para depositar cuerpos de forma individual. La gran excepción es el yacimiento de Alken Enge, en Dinamarca. En esa zona pantanosa se hallaron más de 380 cuerpos que murieron en una cruenta batalla entre bárbaros ocurrida hace 2.000 años. Los restos desvelaron un macabro ritual: los restos de los vencidos fueron cortados, ensartados en un palo o colocados en una especie de paquetes con piedras, y arrojados a las aguas de un lago.
Tradicionalmente, se considera que la Edad del Hierro y el período romano forman el apogeo del fenómeno de los cuerpos de los pantanos, con hallazgos distribuidos por todo el noroeste de Europa. Este nuevo estudio pone de manifiesto que este pico es significativamente más largo de lo que se pensaba anteriormente, ya que comienza en la Edad del Bronce Final y continúa hasta principios de la Edad Media.
Los investigadores también se sorprendieron al comprobar que la tradición aún prevalecía en los períodos medieval y moderno temprano, con hallazgos «mucho más numerosos de lo esperado», que procedían principalmente de Irlanda, el norte de Gran Bretaña y Alemania.
Violencia
Ha habido mucha discusión sobre por qué los restos humanos fueron depositados en los lodazales. La causa que parece predominar es aquella que apunta que fueron sacrificados. No obstante, Van Beek señala que el estudio ha revelado «otras explicaciones que también pueden ser importantes». En la investigación, las dividen en cinco categorías: los mencionados sacrificios para la fertilidad o el éxito agrícola; entierros de personas fallecidas (a veces ya ejecutadas) que habían transgredido las convenciones sociales y no se les permitía el entierro en un cementerio ordinario; las víctimas de hechos delictivos; costumbres funerarias 'desviadas', o muertes accidentales como ahogamientos.
El nuevo estudio también demuestra en que muchos de estos cuerpos de pantano hay evidencia de violencia. Donde se pudo determinar la causa de la muerte, la mayoría parece haber tenido un final espantoso que se asocia a esos rituales, a la ejecución de criminales o a las víctimas de actos violentos.
Esa evidencia significativa de muertes violentas y la gran cantidad de sitios utilizados repetidamente demuestran que la mayoría de los hallazgos de restos humanos en los lodazales reflejan deposiciones intencionales. «Está claro que esos pantanos y otros lugares húmedos y »naturales« desempeñaron un papel importante en el sistema de creencias de las comunidades prehistóricas y de las primeras comunidades históricas«, apunta el investigador.
En la mayor parte del tiempo que abarca el estudio todavía no existían los templos «y las personas tenían otros lugares para entrar en contacto con los poderes «sobrenaturales», subraya Van Beek, que destaca que esa relevancia de los enclaves húmedos (también los ríos) queda asimismo patente en otros tipos de ofrendas rituales (como armas o joyas, por ejemplo) que se han encontrado en ellos.
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