Un pulso al teclado
En estos tiempos de prisa, él es la demostración empírica de que todo lo rápido se debe hacer serenamente y de que la verdad no se grita
Muere José María Carrascal a los 92 años, un maestro en contar historias
Manuel Alcántara dijo que toda la vida de un columnista cabe en su última columna, pero Carrascal le discute el aforismo. Ante la fugacidad de la exclusiva, que siempre es inmediatamente fulminada por la siguiente, su propuesta fue la perpetuidad del estilo. En estos tiempos ... de prisa, él es la demostración empírica de que todo lo rápido se debe hacer serenamente y de que la verdad no se grita. La vida de Carrascal ha sido un pulso a las modas, al teclado, a los titulares y al tiempo. Por su folio en blanco han pasado varias generaciones, presidentes, papas, reyes, guerras, epidemias y sucesos. Por las yemas de sus dedos, sin embargo, sólo ha pasado una cosa: la independencia. Escribió su última columna sin hálito, con hábito, cumpliendo aquello que Ruano le dijo a la enfermera del hospicio. Yo soy periodista como usted es monja. Carrascal ha sido un sacerdote del periodismo y a partir de ahora el periodismo tiene la obligación, serenamente, de ponerle flores sobre su última columna.