Premio nobel de literatura 2022
Adiós a los escándalos en la Academia Sueca: «Solo tenemos mensajes literarios»
La institución anuncio a la ganadora de este año en una ceremonia marcada por la normalidad
Annie Ernaux, premio Nobel de Literatura 2022
Gaspar cano
Corresponsal en Estocolmo
En la sala de plenarios de la Academia Sueca se respira la plácida tranquilidad de los salones más exquisitos de Estocolmo. Susurros y, a medida que se acerca la hora, los silencios compartidos son cada vez más largos e intensos. Más público de lo habitual ... ; aunque son muchos los que se identifican como invitados con un cartelito colgado al cuello. La prensa local, la habitual, y la prensa internacional, diversa y numerosa. Unas cien personas ocupan los bancos azules del salón, cuando el secretario permanente, Mats Malm, abre la puerta de su despacho, exactamente a las 13.00 en punto, para anunciarnos las conclusiones de las deliberaciones del jurado que concede el premio Nobel de literatura.
Grave y solemne, Malm, proclama que la galardonada es la escritora francesa Annie Ernaux. No hay ninguna reacción; ni sorpresa, ni entusiasmo. «Todavía no hemos podido localizar a la premiada», concede el secretario permanente sin otro gesto, pero con una leve inflexión en la voz; algún murmullo entre el público lo acompaña. A continuación, son el presidente del comité, Anders Olsson, y la miembro de la Academia, Ellen Mattson, los que comparten con nosotros los motivos de la decisión, «por el coraje y la precisión clínica con la que desvela las raíces, la extrañeza y las limitaciones colectivas de la memoria personal«. Después vendrán las preguntas de los periodistas. La ceremonia no puede sobrepasar los 20 minutos; avisados estábamos.
Cuatro libros fundamentales de Annie Ernaux, premio Nobel de Literatura 2022
J. G. moraSi hay una autora que ha hecho suyo el género más reconocido en esta última década, el de la autoficción, esa es la escritora francesa
El tiempo suficiente para averiguar, eso sí, que el premio no lo es a la autoficción sino a la «búsqueda de la verdad del ser humano a través de la literatura y ante los problemas que se le plantean», como replica Ellen Mattson a las preguntas de un reportero. O que tampoco es un mensaje proabortista que la Academia Sueca lanza al mundo, como sugiere la corresponsal de una televisión china. «Solo tenemos mensajes literarios y ninguno de otro tipo», contesta condescendiente Olsson. Ernaux ha profundizado en los problemas que se le plantearon a lo largo de su vida haciendo de ello literatura o como definía el jurado del premio Formentor, que obtuvo la escritora francesa en 2019, se trata de un «implacable ejercicio de veracidad que penetra los más íntimos recovecos de la conciencia».
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Finalmente, y cuestionado sobre el eurocentrismo del premio, que vuelve a olvidar a las literaturas de América del Sur, Asia o África, Anders Olsson recordó que el premiado de 2021, Abdulrazak Gurnah, es de origen tanzano y que las mujeres se encuentran en minoría entre los galardonados. Aclarado. No hay más preguntas. Atrás quedan los escándalos del pasado. El premio Nobel maneja sus propios tiempos y criterios para premiar la excelencia en la literatura y a pesar de la frialdad de la ceremonia, no podemos más que alegrarnos por la vuelta a la normalidad, tan anhelada por la Academia, y dar la enhorabuena a Annie Ernaux y a los lectores del mundo entero por el regalo.
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