Rajoy recibe presiones para no eliminar el Ministerio de Cultura

El presidente del PP no decidirá el futuro del Departamento hasta las elecciones

JESÚS GARCÍA CALERO

El futuro del Ministerio de Cultura es un misterio todavía. O tal vez una madeja que no resultará fácil desenredar. El programa del PP ha sido realizado pensando en objetivos que bien podrían prescindir de la cartera y está claro que Rajoy debe mandar un ... mensaje de austeridad también con el número de Departamentos. Pero nada está decidido todavía.

De hecho, en buena parte del PP opinan que suprimir el Ministerio de Cultura y subsumirlo en Educación durante la última legislatura de Aznar, antes de 2004, fue un error. Un grave error que no ahorró dinero y sí hurtó la gran rentabilidad política de una cartera básicamente amable . Y entre las personas que lo piensan y lo han dicho está el propio Rajoy, quien fue ministro de Cultura, según se sabe. Zapatero pensó en suprimirlo tras la salida de César A. Molina, pero prefirió nombrar a González-Sinde tras las presiones recibidas de un mundo de la cultura tradicionalmente de izquierdas.

Trabajo transversal

Lo básico del programa del PP en Cultura es la idea de transversalidad de la acción de todo un Gobierno, sin la cual no se podrán realizar las reformas pendientes: nueva ley de mecenazgo e industrias culturales arropados por una nueva Ley de Propieda Intelectual, o Creativa, que así se llamará. ¿Es necesario un ministerio si todo el Gobierno respalda el programa de reformas que incluyen Hacienda, Exteriores...?

Casi descartada la opción de volver a diluir Cultura en Educación, quedan dos posibilidades. Mantenerlo como ministerio o buscarle un acomodo «transversal» , en Presidencia, por ejemplo, como se viene especulando. Pero la disyuntiva sigue vigente. Quien debe decidir, Mariano Rajoy, no dará el paso antes de conocer el resultado electoral.

Mientras, desde dentro y desde fuera del PP también llegan a Rajoy presiones para que si resulta vencedor de las elecciones el 20N no elimine el Ministerio de Cultura. Primero porque el único compromiso adquirido a día de hoy es la recuperación del Ministerio de Agricultura , y muchos dicen: ¿cómo eliminar la cartera de Cultura cuando se le quiere dar tanta importancia al ámbito creativo del español?

Ventajas

No obstante, la transversalidad está asegurada si se vuelve a convocar, como está previsto, la Comisión Delegada de Asuntos Culturales de Aznar, que reunía a los responsables de nueve ministerios para debatir y coordinar los grandes temas culturales. Sin embargo, la adscripción de Cultura como una secretaría de Estado en Presidencia tendría ventajas muy claras. Entre ellas el peso político de Rajoy y quien sea nombrado ministro o ministra de Presidencia.

Pero hay más. Situarse en el centro máximo de decisión del Gobierno dotaría a la política de Cultura de una capacidad enorme de permear todos los departamentos involucrados y también utilizar de forma privilegiada los recursos técnicos necesarios para la elaboración de proyectos de gran complejidad y desgaste político como las nuevas leyes de Propiedad Creativa, y Mecenazgo.

Tener prioridad en estos aspectos no es baladí, como no lo es la influencia política de una Cultura que viajaría con la cartera del presidente del Gobierno. En el exterior y en el interior. Porque en Exteriores es donde el PP va a reorganizar la acción cultural, con el Instituto Cervantes como marca ya reconocible. Claro que ello resultará incongruente si en el interior no hay un departamento visible.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios