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ABC Cultural

FESTIVAL DE CANNES

Malick, Hazanavicius y Kaurismaki, un triple en la quiniela

Malick, Hazanavicius y Kaurismaki, un triple en la quiniela AFP

E. RODRÍGUEZ MARCHANTE

A la competición por la Palma de Oro sólo le faltaban por salir la película cerrada como la puerta de un penal y la película abierta como la de un «seven eleven». «Érase una vez en Anatolia» la ha dirigido el turco Nuri Bilge Ceylan, ... gran modelador de ambientes y sentimientos («Lejano» o «Climas» lo atestiguan), pero que en esta ocasión le arroja una ostra al espectador, una interesantísima historia que él se empeña en cubrir de polvo y niebla, que dura más de dos horas y media, y que la termina sin abrir siquiera la ostra. La primera hora sobra entera: el juez de instrucción, el forense y la policía acompañan en un viaje interminable a un hombre esposado al lugar donde se supone que ha enterrado un cadáver. La segunda, casi entera, y en la media larga final, que es una autopsia, uno se acuerda de la parentela de Bilge Ceylan. A pesar de la morosidad y de la colección de normas, rituales, informes y conversaciones hueras, hay momentos mágicos entre luces de velas y vientos, y se sugiere una historia detrás de la historia infinitamente más interesante que lo que nos obliga a ver el director, que es su ostra cerrada.

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